La edad no perdona y al final he abusado más de la Rolex 24 que del Monte porque el cuerpo no me da para tanta carrera coincidiendo en el espacio y el tiempo, para qué voy a negarlo, con lo que me he perdido un final apoteósico en el Rally Monte Carlo, en el que Thierry Neuville ha atacado con ganas a Ogier y Evans justo cuando los de Toyota Gazoo creían que tenían la prueba en el bolsillo.
La constancia del belga, unido a la consistencia del Hyundai i20 WRC y, por supuesto, a la ausencia de Ott Tänak, ha definido un escenario peculiar en el que mientras Elfyn Evans no dejaba de hostigar a Sébastian Ogier, tras ellos se abría paso y ganaba terreno Neuville, siempre al acecho, hasta que ayer comenzó su asalto a la victoria para materializarla en los últimos compases del rally...
Os leo.
Por fin Neuville ha dado un zarpazo como antes los daba Ogier, agazapado hasta el momento preciso y oportuno.
ResponderEliminarDe paso, uniendo la victoria al cero de Tanak, pone las cosas muy a su favor en seno de la coreana. El estonio tendrá que habituarse al coche, y tras el piñazo que se ha apretao aquí, deberá hacerlo con un poco más de calma. En todo caso, parece que apostó bien yéndose de Toyota a Hyundai.
A ver que tal en Suecia.