Bueno, me gustan los coches y dibujar y hacer acuarelas, me gano la vida con ello, y parece hasta cierto punto razonable y normal que entre mis joyitas más queridas esté Drawing and Painting Racing Cars de Michael Turner (JH Haynes & Co Ltd; 1999), básicamente porque no es un libro sobre coches sino una obra sobre el arte basado en el automovilismo deportivo de diferentes épocas, disciplina en la que Turner es una auténtico maestro.
Michael Edward Turner —no confundir ni con su hijo Graham Turner, igualmente magnífico ilustrador, ni con el desaparecido dibujante de cómics Michael Layne Turner, conocido también como Michael Turner—, es el artista cuyas recreaciones aeronáuticas llamaban a los consumidores desde las carátulas de las cajas de modelos Airfix, de hecho, los aviones de guerra y civiles fueron su primera gran afición. Los automóviles y las carreras llegaron después, y con ellos las exposiciones, los encargos de colaboración y su consagración como uno de los pioneros del retrato de máquinas y pilotos en acción.
Pero no nos distraigamos. Drawing and Painting Racing Cars es en esencia un manual que enseña a dibujar vehículos, no tan apto para principiantes como puede parecer a simple vista.
Desde escoger las perspectivas y ejecutar correctamente los óvalos que definen las ruedas, Turner nos enseña a lo largo de las más de 150 páginas que componen el libro —160 en total, profusamente ilustradas, como podéis imaginar—, en qué consiste la documentación y lo necesaria que resulta, así como a planificar la ilustración, esbozar los coches, cuidar de los volúmenes y las proporciones, crear atmósferas según sea la técnica utilizada, distinguir el piso de asfalto o tierra, definir los detalles conforme a la importancia que adquieren en la composición, y un larguísimo etcétera que pasa por el correcto tratamiento de los reflejos y las diferentes superficies con explicaciones de cómo les afecta la luz intensa o suave, la velocidad o la lluvia...
Y con la excusa de la clase magistral, lo que tenemos al final es un extenso catálogo de fantásticas imágenes que recorren el automovilismo desde los inicios del siglo XX, en el que no faltan los modelos recreados con mimo.
Drawing and Painting Racing Cars es uno de mis imprescindibles, qué os voy a contar.
Os leo.
Pero no nos distraigamos. Drawing and Painting Racing Cars es en esencia un manual que enseña a dibujar vehículos, no tan apto para principiantes como puede parecer a simple vista.
Desde escoger las perspectivas y ejecutar correctamente los óvalos que definen las ruedas, Turner nos enseña a lo largo de las más de 150 páginas que componen el libro —160 en total, profusamente ilustradas, como podéis imaginar—, en qué consiste la documentación y lo necesaria que resulta, así como a planificar la ilustración, esbozar los coches, cuidar de los volúmenes y las proporciones, crear atmósferas según sea la técnica utilizada, distinguir el piso de asfalto o tierra, definir los detalles conforme a la importancia que adquieren en la composición, y un larguísimo etcétera que pasa por el correcto tratamiento de los reflejos y las diferentes superficies con explicaciones de cómo les afecta la luz intensa o suave, la velocidad o la lluvia...
Y con la excusa de la clase magistral, lo que tenemos al final es un extenso catálogo de fantásticas imágenes que recorren el automovilismo desde los inicios del siglo XX, en el que no faltan los modelos recreados con mimo.
Drawing and Painting Racing Cars es uno de mis imprescindibles, qué os voy a contar.
Os leo.
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