Tenemos por delante algo más de dos meses y medio hasta que empiece de nuevo el sarao y, con vuestro permiso, me voy a centrar en la alegría que supone haber concluido una temporada más. No tengo la gorra de Colin, pero si la tuviera la tiraba al aire...
No se trata de festejar que a partir de aquí nos queda el reino del bulo y las leccioncitas flanderianas, más bien, considero que es hora de felicitarse como durante las campanadas de Nochevieja: por lo pasado y por lo que viene. Es sano hacerlo, o me lo parece. Se cierra una etapa y se abre la siguiente, que como nunca se sabe si será igual o peor que ésta, pues como que produce cierto gustirrinín tontorrón.
Pues muy bien, al fin se acabó el sopor x el resultado ya sabido.
ResponderEliminarCon el sexto en el bolsillo solo nos queda esperar al séptimo y a que el zagal se lance a x el octavo a no ser q se establezca otra cosa.
Resulta todo tan previsible y descorazonador.
King Crimson