lunes, 18 de noviembre de 2019

Pierrot


Hay pilotos que gozan de una gracia especial, tal vez porque al no tener ningún título mundial en su haber se puede hablar de ellos con naturalidad, vaya usted a saber. 

Pierre Gasly es uno de ellos, y el caso es que alguien preguntaba ayer qué tiene el francés para que la gente se haya alegrado tanto con su podio en Interlagos y, honestamente, creo que salta a la vista: parece buen chaval, no es mal piloto, lo suyo tuvo gracia, fue divertido porque supuso una vuelta de tuerca inesperada...

En esto también consiste la vida y por supuesto la competición. No pretendo volver al asunto de la seriedad y el rigor porque, francamente, aburre mucho esta necesidad de tenerlo todo tasado y bien tasado [Hiperventilación], hasta el punto de que la falta de información de primera mano te impide esbozar una sonrisa. Obispos tiene la Iglesia, faltaría más, pero por muchas vueltas que le demos, alegrarse por un tío como Pierre ni es pecado aquí ni lo será en la eternidad.

El de Ruan construyó una buena carrera y al final recibió premio cuando Lewis se calzó a Alexander y desperdició un tiempo precioso que le hizo perder el segundo puesto. Dicho así suena normal, pero es que, además, Albon es el sustituto de Gasly en Red Bull, que a él lo bajaron a Toro Rosso a partir del Gran Premio de Bélgica. Y en este punto, si no se ve la pizca de justicia poética que hubo en el podio de Brasil casi es mejor dejarlo, y con más razón si hace falta aclarar que por fin había coche en las filas de Faenza y que el galo supo aprovecharlo.

El resto es historia, una historia con chispa, gracias a Dios...

Os leo.

3 comentarios:

  1. Que Hamilton no se calzara al francés en la recta me pareció mala conciencia por su parte tratando de dar penita para que no le quitaran al menos el tercer cajón (y bien que lo celebró). Es una pena que a los aficionados nos hurtaran el podio más joven de la historia con un tercero llegando desde las mismísimas puertas del infierno. Que Lewis es un mierda se dice poco.

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  2. Cuando bajaron nuevamente a Toro Rosso a este chaval creí que tendríamos a otro Kvyat con el sídrome del quemado, pero hete aquí que el chaval reaccionó bien y se lo tomó como un revulsivo y a partir de ahí ha rendido de forma sobresaliente, aprovechando las mejoras de Honda y dándole un baño al ruso.

    Quizá era demasiado joven para aguantar la presión en Red Bull, Albon en cambio se lo toma todo como si fuera un regalo del destino y está contentísimo de estar en el equipo grande.

    En fin, sea como fuere sí que es una compensación adecuada este segundo puesto de Gassly.

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  3. Que no se nos escape que yendo y viniendo, intercambiando pilotos como si fuesen figuritas, también los equipos intercambian información. Que si igual la intercambiaban antes ahora está "blanqueada".
    Quisiera saber qué pasaría si dos escuderías con distinta motorización intercambiasen pilotos a mitad de temporada... qué dirían las demás?

    Saludos desde el Coño Sur

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