No estaba concretada su participación en el Dakar, ni conocíamos por boca de Zak Brown que el californiano tiene que sentarse a hablar con él para delimitar los márgenes de maniobra que tienen ambos ante un posible retorno de Alonso a la Fórmula 1 con McLaren. Lo que sí sabemos es que Fernando convierte en oro molido todo lo que toca, y de esto, precisamente, hablaba hace tres semanas desde mi espacio en MotorPoint.
Concluida su participación en el Rally de Marruecos en compañía de Marc Coma como navegante y copiloto, Fernando Alonso sigue produciendo titulares dentro y fuera de la Fórmula 1, y eso que dejó atrás la máxima disciplina a finales de 2018…
Lejos de la opinión mayoritaria que aflora de entre las filas de los sectores menos afines al asturiano, el fenómeno no es exclusivamente «español» ni atañe sólo a una prensa supuestamente «alonsista», y para comprobarlo no hace falta más que mirar a las principales cabeceras de los medios especialistas británicos, alemanes, italianos o austriacos, que abundan en referirse al de Oviedo día sí y día también.
Alonso es un fenómeno mediático que mantiene intacto su tirón incluso cuando se aventura en terrenos como los Raids.
El principal motivo de interés de estos últimos meses reside en su posible participación en el Dakar, que como es de sobra conocido se disputará en Arabia Saudí este enero próximo. La incógnita se resolverá definitivamente dentro de doce días escasos en Tarragona (Port Aventura), cuando Toyota Gazoo haga públicas sus alineaciones oficiales el 24 de octubre; mientras tanto, resulta fácil imaginar que nuestro compatriota seguirá en el candelero.
Digo que es fácil imaginarlo porque su capacidad para generar expectación es la que lo ha consagrado como un caramelo para el motorsport. La generó en su primera tentativa en la Rolex 24 at Daytona y más tarde con su participación en las 500 Millas de Indianápolis de 2018, y eso que aún se mantenía integrado en los cuadros de McLaren mientras la británica disputaba el Mundial F1. Su paso al WEC (World Endurance Championship FIA), obviamente, también lo puso bajo la luz de los focos.
No me extiendo. Allá por donde pasa, Fernando Alonso concita sobre sí el suficiente atractivo como para atraer el interés informativo, y esto no es algo que resulte sencillo de conseguir en un ámbito tan competitivo como el automovilismo deportivo. Sea como fuere, el caso es que desde que en agosto de 2018 anunció que abandonaba la Fórmula 1, el asturiano ni ha perdido el tiempo ni lo ha hecho perder a quienes habían apostado por él.
Campeón Mundial de Resistencia (Supercampeonato WEC 2018/19), vencedor absoluto en las 24 Horas de Le Mans por dos veces consecutivas. Triunfador, también, de la Rolex 24 at Daytona 2019, Alonso se ha mostrado como un auténtico animal de carreras mientras busca nuevos retos y, entretanto, consagrarse como propietario de La Triple Corona con Graham Hill, Mister Monaco.
A todo esto hay que sumar que su ausencia de la Fórmula 1 ha generado un enorme contraste que no ha pasado desapercibido ni para el público ni para los especialistas.
Han sido muchos los pilotos que después de pasar por la F1 han militado en otro tipo de campeonatos, pero ninguno lo ha hecho con la intensidad de Alonso, al menos no en los últimos tiempos. Como ha quedado patente, sus aventuras no han consistido sólo en probar otras áreas deportivas sino en demostrar que su incuestionable calidad se desaprovechaba en los encorsetados márgenes en que se mueve la Fórmula 1 actual, en la que si no dispones de todos los sacramentos resulta muy complicado romper el status quo.
La Fórmula 1 languidece y se devalúa como espectáculo porque no hay alternativas a la vista ni al dominio de Mercedes AMG ni a la acumulación de récords y títulos de Lewis Hamilton, y por tanto es previsible, y razonable, por supuesto, que hasta que Liberty Media no culmine su giro de timón en 2021, la prensa internacional sequirá mirando con añoranza a un animal de carreras que se ha buscado la vida y sigue cosechando éxitos lejos de la máxima disciplina del motorsport.
¿Volverá Alonso? Desgraciadamente no lo sé, pero lo que sí tengo claro es que en caso de volver al Circo, se le recibirá con los brazos abiertos.
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