sábado, 19 de octubre de 2019

Joshua fit The Battle of Jericho


Sigo en mis trece, pensando que los monoplazas del año que viene van a ser muy consecutivos con los que hemos visto esta temporada [Los coches de 2020], pero hay voces, más autorizadas que yo, desde luego, que se inclinan por pensar que Ferrari debería replantear por completo su proyecto.

No soy quien para llevar la contraria a nuestras autoridades, os imaginaréis, pero me apetece compartir con vosotros las razones por las que pienso que desarrollar el SF90 hasta sus últimas consecuencias, es el único camino que le queda a la rossa para plantar cara a los W11, y vencerlos.

La primera es Sebatian Vettel, ya que cada vez que tiene oportunidad recuerda el vehículo de 2017, el SF70H, un coche con rake pronunciado en el que se encontraba tan cómodo que me animé a escribir una letras al alemán creyendo en su resurrección [¡Bienvenido, Sebastian! (09-04-2017)]. Bien, el SF71-H de 2018 adoptó un mayor parecido con el W09 de Brackley [Contraanálisis 07 (Ferrari SF71-H)] y la cosa no debió funcionar como se esperaba porque el SF90 volvía por sus fueros y se asemejaba al SF70H, al gusto del tetracampeón.


La segunda razón estriba en el buen comportamiento mostrado por la máquina italiana a comienzos de esta misma temporada.

Es cierto que luego se enredó la cosa, pero os ahorro los pormenores del trayecto por el desierto porque en su día expuse lo que yo entendía que había sucedido [No lo vayas contando por ahí], así que por no extendernos demasiado aceptemos que el coche de este año venía bueno, se perdió un poco, y ahora vuelve a estar en línea, como se demostró en Bélgica, Italia y Singapur.

La tercera razón tiene que ver con el rendimiento de la unidad de potencia. Ha mejorado muchísimo y hoy es incluso motivo de sospechas. En todo caso, que es a lo que vamos, el Ferrari es rapidísimo en recta y eso habla muy bien del poco drag que genera, amén, claro está, de la musculatura que oculta su carrocería. A cambio, falla bastante en el trato de los neumáticos y en la tramitación de las curvas de radio corto, pero como hemos dicho en otras ocasiones, es normal en plaformas con rake agudo que pretenden dominar todos los territorios, de hecho, el RB15 de Red Bull continúa sacrificando la velocidad punta en favor del paso por curva.

Y la cuarta razón, y última, pasa porque Sebastian Vettel ha vuelto a sentirse razonablemente cómodo, lo que nos indica que el SF90 ha seguido progresando y en la actualidad está pagando la factura que supuso la pérdida del Norte sufrida entre el Gran Premio de Australia y el verano.

Por concluir: yo diría que el coche de La Scuderia es bueno y dispone de mucho terreno por explorar todavía. El chasis es resultón a pesar de que se le sigue atragantando la respuesta en virado, pero en el cómputo general tenemos un monoplaza puntero al que le ha faltado una dirección sólida a la hora de evolucionar, y esto es lo que me lleva a pensar que la solución pasaría por mejorar los puntos fuertes y resolver los débiles sin necesidad de comenzar prácticamente de cero en 2020.

Os leo.

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