viernes, 16 de agosto de 2019

Los calentones de Marko


Hay que dar gracias a Dios que herr doktor Marko sólo tenga dos equipos bajo su paraguas porque en caso de que fuesen los diez que componen la parrilla, sería el austriaco quien decidiría cómo queda el campeonato.

Hablé de esto mismo cuando el ínclito descabalgó a Daniil Kvyat en 2016 para promocionar a Max Verstappen. Ni se trataba entonces ni se trata ahora de que Red Bull suponga desde sus orígenes un paréntesis, bastante anómalo, por cierto. Jugar con cuatro coches y cuatro pilotos en pista cuando los demás sólo usaban dos ya era bastante aberrante a pesar del empeño de los juntaletras ingleses en hacernos ver que todo aquello era la mar de normal. Total, cogías ejemplos de cuando la F1 no estaba estructurada ni buscaba el espectáculo con el mismo ahínco que ahora y tenías inmediatamente una papilla que no producía eructos ni flatulencias.

No vamos a ponernos a reclamar a los doctos que valoren por métodos científicos la repercusión real que ha tenido para Milton Keynes contar con un equipo filial como el de Faenza, en títulos, en récords y en eso tan prosaico de quitarle dinero a los rivales, ya que Toro Rosso, en sentido estricto, nunca ha competido sino que se ha dedicado a hacer otras cosas, como ahora mismo le está haciendo la pretemporada 2020 a Red Bull, por ejemplo.

Pero a lo que vamos. La papilla de antes se ha convertido en un puré indigesto. Gasly baja a Toro Rosso con 63 puntos y ya le saca a Kvyat 36 de una tacada. Alexander Albon, recién ascendido, llegará a medirse con Verstappen con 165 de desventaja...

No sería preocupante si la gente tuviera dos luces y menos miedo a enterarse de las cosas buceando en internet a partir de dos clics o más. El caso es que la clasificación de Pilotos ya ha quedado distorsionada y sin que hayamos terminado 2019, lo que a mí me parece feo y una tomadura de pelo bastante flagrante. Sin duda Marko puede hacer lo que le dé la gana con sus conductores, le dejan manejar cuatro y juega con ellos a su antojo, pero la FIA y Liberty Media deberían poner más cuidado con esto, por ejemplo, eliminando los puntos del hombre que cambia de escudería en mitad de una campaña, tanto para él como para los equipos de donde sale y al que va —sí, para Sáinz a su paso a Renault en 2017 también vale. 

En este sentido, Red Bull (como estructura) habría perdido con la jugada 79 puntos y unos cuantos millones de dólares. Milton Keynes seguiría siendo tercera en el Mundial de Marcas pero ahora con tan sólo 181, Faenza bajaría a la séptima u octava posición con 31, empatada con Racing Point. Kvyat escalaría un puesto y Albon y Gasly habrían vuelto a la casilla de salida por juntarse con gente de poco fiar... Dinero, el bolsillo, el respetito que se le debe al aficionado, y mira, quizás así a Marko se le pasaban los calentones con mayor rapidez.

Es una idea... Os leo.

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