sábado, 24 de agosto de 2019

Falso robado


Son demasiados desencantos a lo largo de las temporadas como para que rinda alegremente mi corazoncito a las propuestas a futuro de nuestro deporte...

El modelo mostrado esta semana en el túnel de viento de Sauber está molón, no vamos a negarlo [Formula 1’s 2021 car in the wind tunnel]. Sigue la línea de los bocetos que nos enseñó el año pasado Ross Brawn y aunque es un modelo escala 1/2, ya se perciben en él las soluciones del añorado Mundo Feliz de Aldous Haxley, así que, sintiéndolo mucho, prefiero poner en cautela todo el paquete de información que se ha sacado de las pruebas porque, como Santo Tomás, prefiero ver cómo van en la pista, en competición y, sobre todo: qué da de sí en términos de espectáculo...

La normativa aplicada en 2019 también llegaba con un pan bajo el brazo y las mejores intenciones, y mira cómo estamos y lo que gastamos en pañales y potitos...

En fin, en realidad todas las promesas de mejora que han visto estos ojitos verdes míos venían desde 2009 envueltas en papel de regalo y con lazo rojo, pero se chafaron al enfrentarse a la cruda realidad de nuestro deporte: los ingenieros que aplican la normativa son bastante mejores que quienes la diseñan, o quienes ayudan desde los equipos a definirla son expertos en el noble arte de guardar ases en la manga, que también podría ser.

En todo caso, que es a lo que vamos, una cosa es la propuesta de Liberty Media y otra bien distinta cómo queda el traje una vez haya pasado por las manos de los Allison, Newey, Costa, Cardile, Key, etcétera, etcétera, etcétera, auténticos artífices de las diferencias entre monoplazas y a quienes no veo en la tesitura de ser convencionales así como así. Si encuentran un miserable hueco en la normativa lo aprovecharán aún a costa de sacrificar el espíritu con que nacen los coches de 2021.

Y bien, hasta que ese momento llegue (cuando realmente podamos comprobar cómo queda la cosa), me temo que Liberty nos ha ofrecido un caramelo y nos está pidiendo entre líneas que aguantemos como jabatos hasta que lleguen los refuerzos, 2020 mediante. Pena que ya aprendimos hace décadas con Anita Obregón que hay posados que parecen robados, y que a eso se le llama en la prensa rosa un falso robado.

Os leo.

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