viernes, 14 de junio de 2019

Antonio, who?


La cosa está tan mustia que este año no tenemos suerte ni con los equipos B y sus gentes. Más allá de Mercedes AMG o de Ferrari sólo nos queda una brizna de Red Bull, y a partir de ahí la nada...

Obviamente es una exageración como un pino de grande, no os voy a engañar, aunque tampoco se aleja mucho de la realidad. Esta semana, por ejemplo, con el foco de atención puesto en el triste final del Gran Premio de Canadá, los medios internacionales y nacionales han hecho el agosto hablando de Vettel aunque estemos todavía a mediados de junio. Nunca habían florecido tantos espantapájaros en redes sociales. Pretendes hablar de una cosa e inmediatamente te ves discutiendo de algo que ni te va ni te viene: ¿quién es más tonto?, ¿quién cometió mayor felonía?, ¿quién era el ojito derecho de Charlie y quién el izquierdo...? Y así.

Antonio Giovinazzi tenía todas las cartas para haberse postulado como un valor al alza. Prometía, Sergio Marchionne le tenía entre sus preferidos junto a Charles Leclerc. La apuesta de Alfa Romeo por el de Martina Franca parecía de ley...

El caso es que el italiano está pasando sin pena ni gloria por el tinglado. Con siete carreras disputadas no acumula ningún punto, y lo que es peor, se comenta que el peso del equipo de Hinwil lo está llevando Kimi Raikkonen, el sobrevalorao, el hombre que debería habererse retirado para dejar espacio a las jóvenes promesas. Antonio lo era, o lo es, o vaya usted a saber, que a lo peor no ha dejado de ser nunca una porción más de ese humo que nos vende la prensa a diario, que sólo sirve para justificar los finos análisis de plumillas, juntaletras y modernos creadores de contenido, cuando atizan a quienes sejún su juicio deberían dejar sitio para que llegue ¿quién?

Desgraciadamente no es un caso único. Pascal Wehrlein, Pierre Gasly, Esteban Ocon, por supuesto Giovinazzi, valían tanto como sus némesis artificiales y luego: nada. Pascal merecía el puesto de Rosberg, Gasly valía más que Ricciardo, Ocon era superior a Pérez, nuestro protagonista necesitaba la oportunidad que taponaba Raikkonen en Ferrari. Y bien, los tiempos han ido llegando y los posos se van yendo al fondo del vaso. Pascal es historia para la Fórmula 1, Pierre está defraudando a los del fino paladar, Esteban ha perdido su puesto en favor de Lance Stroll, y Antonio, who?

Llevo años diciendo las mismas tonterías, pero si a esta gente se le hiciera la mitad de caso cuando han llegado que cuando no lo habían hecho, a lo mejor nos encontrábamos con que en medio de una tormenta boba como la desatada por el comportamiento de Sebastian en el Gilles Villeneuve, incluso sería posible continuar hablando de Fórmula 1.

Os leo.

4 comentarios:

  1. Hola,

    Maestro, no compares a Ocón o a Wehrlein con este pobrecito. Tanto de Esteban como de Pascal todos nos quedamos con la sensación que, sin Strolles o Ericssones, hubieran merecido un asiento en temporadas anteriores. El pobre Antonio no parece estar ni siquiera a su altura... Con esto no ataco a los pilotos de pago, que siempre los hubo de un modo otro, sino la falta de asientos para pilotos que tienen potencial, pero no pueden demostrarlo en los equipos punteros, y es cuando uno se acuerda de Minardi, de March o de Arrows, en las que, a pesar de las castañas que conducían, permitía testar el calibre de las promesas. Hoy en día Williams necesita imperiosamente hacer caja, Hass no sabe a qué juega con sus pilotos, Sauber y Toro Rosso son filiares, y el resto tiene aspiraciones de "entidad propia".

    En fin, complicado para las nuevas generaciones, pero que ayuda a poner en valor a figuras como Carlos Sainz Jr.

    Salu2!

    ResponderEliminar
  2. Es que, José, si eres muy inocente y crédulo, te has tragado el cuento que la F1 es la categoría a donde llegas únicamente por mérito propio. Ya has sido el mejor en muchas categorías donde importa mucho el pilotaje (fórmulas menores, algunas de ellas monomarcas, y karts).
    La realidad nos dice que Michael llegó por tesón, pero Ralf por apellido. Que puede que Max sea un talentoso, pero tuvo una "pequeña" ayuda por ser holandés y por los antecedentes de su padre Jos. Ni hablar de Stroll
    Finalmente el cedazo de las categorías no es de buena calidad. Tiene calibres distintos en su superficie, y pasas o no pasas no solamente porque seas suficientemente fino, sino porque en algunas secciones no necesitas serlo para pasar.
    Sds.
    Martin

    ResponderEliminar
  3. Buenos días, Matador ;)

    Más allá de que acaban de otorgarle el Bandini Trophy [https://www.motorsportweek.com/news/id/23210] casi firmo lo que dices punto por punto, sobre todo en lo de las escuderías de antaño, lo que nos devuelve la pelota al tejado de la entrada: la prensa crea héroes, los abandona a su suerte y claro, cuando no están a la altura la culpa es del mal carácter, la mala suerte, o en este caso en concreto, reciben la ayuda de la autoridad competente con tal de seguir en el candelero hasta que ya no haya más recorrido :P

    Abrazote grande ;)

    Jose

    ResponderEliminar
  4. Buenas tardes, Martín ;)

    La prisa por tener un piloto italiano en el primer nivel ha tenido mucho que ver en el alzamiento de Antonio. Amén de que tanto Matador como tú lleváis más razón que un santo, a mí me sigue produciendo mucha pena ver cómo estos jóvenes son empujados a través de ese cedazo de calibre grueso que comentas para luego ser dejados de la mano de Dios como papeles para sonarse la nariz. Si lo alabaron en 2018, no entiendo cómo ahora apenas nadie da razones sobre él cuando, para colmo, esta Alfa Romeo es sobre el papel mejor que la del año pasado...

    Un desperdicio :P

    Abrazote grande, Martín ;)

    Jose

    ResponderEliminar