miércoles, 1 de mayo de 2019

Meteros el alonsismo donde os quepa


Hace tiempo que no hablo de Montmeló [Circuit], y algo más desde que solicité públicamente que nuestros profesionales hablaran de él porque nos arriesgábamos a que el discurso acabase siendo anglosajón [El Circuit]. 

Y bueno, nos han comido las hormigas, nadie ha querido mancharse las manos o salpicarse las perneras de los pantalones con el abundante barro que rodea el asunto, y desgraciadamente, la prensa anglosajona y afín, están haciendo ahora mismo leña de un árbol que todavía no ha caído y apuestan descaradamente por Zandvoort...

Os diría que me han entrado unas ganas tremendas de solicitar al Altísimo que el Brexit pase factura a toda esta banda de patanes arrogantes, que se salve Montmeló y el que se vaya definitivamente a tomar por el saco sea Silverstone, pero entiendo que todo es fruto de una pataleta bastante infantil que no lleva a ninguna parte, ya que, básicamente, me gusta el trazado británico y desde España se lo hemos puesto a huevo a toda esta tropa, pretendiendo parecer equidistantes y apasionados de la muerte en vez de defender con uñas y dientes lo nuestro.

Resultaría sencillo recurrir al comodín de Bernie. A fin y a cuentas él es el máximo responsable del actual estado de cosas. Suya es la referencia crap a la encalomada que les había metido a Liberty Media, y suyo es el atosigante escenario económico que se ha llevado recientemente a Sepang por delante y tiene en la actualidad a Montmeló, Monza, Hockenheim, Interlagos, México, Melbourne y Silvertsone en el alero, vamos, que no se trata sólo de nuestro circuito, ¡qué más quisieran algunos!

La cosa es más profunda, tanto que produce una pena tremenda seguir escuchando el monotema del alonsismo como causante del destrozo. Entiendo que en Malasya, Brasil, México, Australia, Gran Bretaña, Alemania e Italia no consumen de eso y así y todo han decidido decir basta o están tensando la cuerda de las respectivas negociaciones porque la situación es lisa y llanamente insostenible.

Bueno, en nuestro caso hay un tema político evidente que pone un plus de drama al tinglado, y una historia que comprendo que no se quiera recordar, pero es que si Carod-Rovira no hubiese doblado la apuesta con dinero público por quitarse de encima a Valencia, a lo mejor estábamos hablando de otra cosa. El caso es que hemos perdido Jerez, Valencia Street Circuit y estamos con los esfínteres apretados para que no caiga también Montmeló, mientras insistimos en el alonsismo como excusa.

Alonso supuso las vacas gordas de todo esto, pero había que gestionar el aterrizaje y a tenor de lo que tenemos sobre la mesa, no se ha sido capaz de preverlo ni mucho menos de minimizar los posibles daños. Estamos como estamos y aquí caben pocas palabras. La Generalitat está a otras cosas y el Ayuntamiento de Barcelona nos estaba esperando con la recortada dispuesta. Nos queda rezar por compensar el haber callado tanto, pero el alonsismo no, por favor, huele a rancio y a parche Sor Virginia caducado.

Os leo.

4 comentarios:

  1. Hombre, yo creo que ya sabemos lo que pasa, Alonso y el alonsismo tienen aqui la culpa de todo, de existir y de no existir.

    Como nos pasa muy a menudo, en el caso de España se nos junta lo general y lo particular. No es casualidad de que nos haya quitado el GP los de Holanda. Ellos están teniendo su Alonso hoy día, lo cual seguramente justifique cosas que en otro momento serian injustificables.

    Cuando yo era pequeño, la F1 y el deporte del motor era un erial en España. Era impensable que corriera un español (ya no digo ganar) No se si vamos a volver a ello.


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  2. Vale acepto pulpo como animal de compañía..................

    El Alonsismo es el culpable de todo incluso de los problemas políticos que están acaeciendo en Cataluña (donde tengo muchos parientes y siempre me han tratado de lujo). Mea culpa, lo siento en el alma pero como he dicho en otras ocasiones moriré alonsista y " hasta el infinito y más allaaaaaaaaaaaa........"

    Un saludo de un alonsista.

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  3. Los motores de combustión interna tienen los días contados y una Fórmula 1 que se aferra a ellos porque "la histórica" Ferrari ni puta tiene de hacer pepinacos eléctricos, se va a caer con todo y el equipo. Se han presentado ya vehículos eléctricos de más de 1.900 caballos, que además son de calle (los casi gemelos Pininfarina Battista y Rimac C Two) pero la "categoría reina" sigue languideciendo orgullosa de rondar los 900 cv, quizá 1.000, de Mercedes AMG, porque ese es el "arreglo" del tito Bernie para el regreso de la alemana. En serio os lo repito: me da igual si la máxima categoría es de gasofa, eléctrica, o a pedales, hace ruido o huele a aceite y caucho quemado. Lo que tiene que tener es a todos los equipos y pilotos con posibilidades de luchar por la victoria. Cuando las grandes marcas desembarquen en la Fórmula E (Mercedes ya está probando su máquina con Vandoorne a sus mandos) ya le podrán ir dando a la F1. Igual entonces se recuperan los circuitos clásicos, o no; qué mas da. Ojalá esto llegue antes de que se acaben mis días.

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