Tomando en serio a Bottas

La «versión oficial» apunta como causa principal a un problema que ha afectado al suelo del vehículo número 44, aunque es complicado tragarla porque Valtteri ha pegado un soberano repaso a Lewis desde los primeros metros del Gran Premio de Australia.

Tampoco hay que preocuparse en exceso. Hamilton acostumbra a tomar lentamente la temperatura de la temporada y donde más se le nota suele ser en las salidas. Al británico le pasó con Rosberg y parece que Bottas le ha cogido la medida en este aspecto, ya que el de Nastola no se lo ha pensado dos veces y ha mordido a su compañero en su momento más frágil, para dejar que el W10 hiciera el resto del trabajo.

El cacharro de Brackley va muy bien con aire limpio alrededor, excelente diría, y nuestro protagonista lo ha mantenido en todo momento en punta y alejado del tráfico, apoyándose en el DRS para ir quitándose estorbos de delante...

Carrera cómoda la del finlandés, pero no exenta por ello de una bonita moraleja: los segundos pilotos están para cuando no hacen acto de presencia los primeros espadas.

¿Si Lewis no hubiera caído en la emboscada que ha supuesto la estúpida estrategia de Ferrari con Vettel y no se hubiese mostrado tan espeso, habría ganado igualmente Bottas...? 

Si soy honesto diré que sí. El finlandés «sobrevalorao», literalmente ha volado sobre el asfalto de Albert Park porque ha ganado la mano en la arrancada y porque ha mostrado en todo momento que gestionaba con tranquilidad la prueba y la distancia con su compañero. Hamilton no estaba ni se le esperaba, y Bottas ha aprovechado para marcar el territorio, y como el pentacampeón se descuide de nuevo en un par de carreras o tres más, va a tener un serio problema al otro lado de garaje.

El W10 acusa correr en aire sucio y lo saben los dos pilotos de Mercedes AMG, o deberían saberlo, o sólo hay uno que lo sabe y el otro lo ha descubierto esta mañana (horario europeo). El caso es que se vuelve más delicado de controlar, pelín impredecible en las frenadas, y Valtteri lo ha sacado de ahí dejándole el marrón a Lewis, para llevarse la parte golosa del pastel sin que apenas se haya notado. Y si me apuráis: volverá a hacerlo, ya que si el primer piloto no comparece, como ha sucedido hoy, el segundo está para concluir la faena sin que nadie pueda poner pegas o aplicar medidas como en Rusia 2018.

Pinta bien la cosa. Cuando se percibe inteligencia en el habitáculo las carreras me suelen gustar más, y si hoy el Gran Premio de Australia, como conjunto, me ha supuesto una agradable sorpresa, con Valtteri en lo alto del podio lo he disfrutado mucho más.

Os leo.