McLaren y el azar

Sáinz no ha empezado con buen pie esta temporada 2019, lo que ha servido para cargar las tintas contra él... y contra McLaren, porque el españolito no puede y porque su escudería tampoco.

La parte que corresponde a nuestro compatriota ya la sabíamos, la verdad. No iba a hacer nada en Toro Rosso, no iba a hacer nada en Renault, y of course!, no hará nada en Woking salvo por el empeño en decir lo contrario que muestran españolitos como yo, que tienen un blog donde cuentan sus mentiras, conspiraciones y tal...

Gracias a Dios Carlos no me necesita para nada, como tampoco me ha necesitado Fernando, sea dicho de paso. Cuando haya de ser para el madrileño, será, y si al final no es, tampoco pasará nada porque me lo habré pasado pipa con él como con Roldán, Dani, Andy, María, Jaime, Marc, Pedro, Roberto y el Nano, y todos los representantes que hemos tenido en la Fórmula 1, en pista, tras ella, en los muros o entre bambalinas —que no son pocos, por cierto—, y los que espero que lleguen pronto...

Lo de McLaren es harina de otro costal. Existe una palpable hostilidad hacia el proyecto que lidera Zak Brown y me apetece echar el ratito sobre este espinoso asunto porque, ¡anda la monda!, ahora resulta que no se puede aludir a la mala suerte para definir un escenario como el que ha sufrido la británica este pasado fin de semana en Albert Park. La suerte supone una excusa barata para emboscar un trabajo insuficiente o mal hecho... Ahí, con dos avellanitas y un palito.

¿Qué tal si abandonamos los criterios de hace dos décadas y media y entendemos que hay equipos que siguen de pretemporada, y que el de Woking es uno de ellos? ¿Qué tal si asimilamos que si no se buscan los límites dificilmente se van a encontrar...?

«¿Cómo podemos conocer los límites si no tratamos de sobrepasarlos?» Ésta es de Gilles Villeneuve, piloto, pero también podrían haberla firmado genios como Colin Chapman o Adrian Newey, que nos queda más a mano, habituados ambos a ir un poquito más allá que el resto de los mortales y por supuesto, que sus coetáneos, aún a riesgo de cagarla, claro.

El MCL34 acaba de nacer y parece bastante injusto tasarlo en comparación con el RB15, el SF90 o el W10. Démosle tiempo para que crezca y se haga zagal, incluso si lo conduce un tipo al que se le ha negado el pan y la sal desde el minuto uno y ante el que muchos no pueden ocultar que les cae como el puñetero culo.

Y eso, que os leo.