Ha muerto Charlie Whiting con tan sólo 66 años y en lo humano me apena. Lo siento, sí lo siento, sobre todo por aquellos cercanos que le van a sobrevivir y notarán su pérdida. Sí, también quiero pensar que tenía cerca gente a la que alegraba la vida y colmaba con generosidad.
En realidad quería escribir sobre otras cosas pero la actualidad impone el timming y toca hablar de Charlie, siquiera para dedicarle doce líneas porque mi corazón me dice que se las merece; si os soy sincero: por nada más.
En toda la literatura que he leído, que no es poca, la pérdida de un villano se festeja por el vulgo, que, a la postre, es el que lo ha sufrido o lo sufre. Entiendo también la vorágine de sentimientos encontrados que han llevado a muchos a pedir que otros callen la boca y no celebren nada. Queremos ser buenas personas, parecerlo, sentir que los jueces que hemos elegido para rodearnos no se comporten como el Juez Montenegro de Redoble por Rancas o sus secuelas, pero Noah Chomsky y Woody Allen hablaron ya de las sociedades adolescentes y no voy a ser yo quien les enmiende la plana...
La madurez es otra cosa. Consiste, o lo imagino, en entender que ha fallecido una persona de carne y hueso ante cuya pérdida uno se arruga un poco, pero a la vez, también en saber mantener la cabeza lo suficientemente lúcida como para no enterrar sus numerosísimos pecados bajo toneladas de azúcar y melaza porque es lo políticamente correcto, y, a ver, no vamos a perder un puñado de seguidores en redes sociales por saludar que el tipo que más ha perjudicado a la Fórmula 1 por fin se haya ido...
Habría preferido que se hubiera jubilado, qué os voy a contar. O que lo hubiesen echado a patadas por prevaricador. Todo habría sido mejor que levantarte por la mañana y leer a Jonathan Noble avisar que Charlie no estará entre nosotros este año. No parece justo, con 66 años no lo es. Le bauticé como Juez de la Horca siendo consciente de que muy pocos de los de ahora conocen esta soberbia película. Roy Bean y su amor por Lily Langtry... la que montaron.
Diferenciar a la persona del personaje debería ser cursado como asignatura. El Charlie persona no merece este final. En cambio, el Whiting personaje iba muy excedido de metraje...
No penséis mal. Mejor dicho: pensad lo que queráis. Fernando Alonso tiene poquito que ver en esta perspectiva. Juancho Montoya sufrió en propias carnes los caprichos de este señor, y Jenson Button también, hasta que el británico resultó interesante para el negocio... Podría alargarme sobre lo tolerante que resultaba con Ralf Schumacher, con Michael, o con Lewis o Sebastian, o con Max, y lo duro que ha aplicado el gato de siete colas sobre las carnes de los que no le caían bien o resultaban prescindibles para el tinglado.
Charlie ha sido el brazo armado de Bernie Ecclestone y su modelo de F1, pero el puesto le venía grande y a nosotros muy a desmano. Con su pérdida se acaba una época y cabe dar gracias a Dios porque: ya estaba tardando. Por él, exclusivamente por él, levanto mi vasito de whisky mientras me he puesto a escribir este texto. Pero por el personaje que interpretaba tengo que confesar que me alegro. Sin Charlie viviremos igual o mejor, nunca peor pues no se puede ser más protervo ejerciendo un cargo.
Hace rato que me he pasado de las doce líneas que pretendía dedicarle, pero me importa poco, me basta un nombre: Jules. Él sabe que, de los presentes a su entierro, soy de los pocos que le agraceden el esfuerzo aunque habría preferido que fuese de manera distinta. No sé, a los ochenta y siete o noventa... en todo caso, después de haber escrito un libro que explicase a los aficionados por qué pudiendo haber sido de otra manera, él, nuestro Director de Carrera permanente, prefirió alinearse con los poderosos o los adecuados, mientras se alejaba más y más del lado luminoso de La Fuerza. No sé, a lo peor tiene que ver con el concepto de adolescencia que manejaban no hace mucho Allen y Chomsky...
Os leo.
Hace rato que me he pasado de las doce líneas que pretendía dedicarle, pero me importa poco, me basta un nombre: Jules. Él sabe que, de los presentes a su entierro, soy de los pocos que le agraceden el esfuerzo aunque habría preferido que fuese de manera distinta. No sé, a los ochenta y siete o noventa... en todo caso, después de haber escrito un libro que explicase a los aficionados por qué pudiendo haber sido de otra manera, él, nuestro Director de Carrera permanente, prefirió alinearse con los poderosos o los adecuados, mientras se alejaba más y más del lado luminoso de La Fuerza. No sé, a lo peor tiene que ver con el concepto de adolescencia que manejaban no hace mucho Allen y Chomsky...
Os leo.
Tanta paz lleve como descanso deja
ResponderEliminarYo creo que emigrado a otras tierras Fernando, el Guionista decidió que su arco argumental estaba cumplido. Parecia cantada una repeticion de la pelicula con Richichi o algo similar, pero iba a resultar muy reiterativo, asi que ha decidido cortar por lo sano. Desde luego, no era coherente con el personaje jubilarlo.
ResponderEliminar¿¿Se acabara la F1 de marqueses y leprosos de la que siempre hablo?? me gustaria ser optimista como tu, pero lo dudo. Es posible que se haga de forma mas torpe, incluso.
Del mismo modo que sigue existiendo el franquismo por que no nacio con Franco ni murio con él, en la F1 siguen existiendo esos factores distorsionadores. Sigue existiendo la prensa inglesa, los patrocinadores gordos que hay que contentar, los pilotos apadrinados en la sombra...
Charlie no era el emperador de la corrupción de la F1 o la FIA, era simplemente su Darth Vader, su mejor esbirro. Algunos que le deben mucho y le tuteaban e incluso ninguneaban lo sentirán especialmente, pero no significa que solo por esto el sistema vaya a cambiar.
José, muy buenas. Voy a tirar del "os leo" con una pregunta totalmente off-topic. Respecto del Sr. Whiting, que Dios lo recoja en su gloria, y que por favor lo retenga allí. Pienso que la parte sumergida del iceberg siguen siendo Todt y los que aportan el dinerito cada temporada, así que no espero grandes cambios. Otro chulo ocupará su lugar.
ResponderEliminarEn un par de oportunidades nos has contado (y graficado) cómo el ángulo de visión en los monoplazas F1 se ha ido reduciendo para favorecer la aero.
La pregunta es si en los prototipos de la resistencia, los conductores gozan de un campo visual mejor. No soy capaz de apreciarlo en las onboard.
Cierto piloto del WEC parece tener una ventaja considerable durante la noche. Y se me ocurre pueda ser por el hábito de conducir "de memoria" dada su experiencia en F1. Con luz día, no parece ser el más rápido del equipo.
Saludos y gracias!
Buenos días a todos ;)
ResponderEliminarAnónimo ;) Escribí hace tiempo una entrada sobre esto mismo. A ver si la encuentro y te paso el enlace, pero sí, tiene mucho que ver. Los LMP1 tienen algunas limitaciones de campo visual pero en líneas generales, son más cortos y el habitáculo se encuentra más avanzado que en los F1, ergo el piloto ve mejor y más amplio.
En cuanto a ese piloto del que hablas, es seguro que su mentalidad formulera supone una de sus mejores bazas, como bien apuntas ;)
Abrazote
Jose
Aquí la tenemos, es de 2015 ;)
ResponderEliminarhttps://elinfiernoverde.blogspot.com/2015/10/no-tampoco.html
Otro abrazote
Jose
Pues yo me sumo al Homenaje a la persona y me congratulo de que el personaje deje de manejar los hilos a su arbitrio. No era esta la forma deseable que sucediera, ni mucho menos, pero creo que ha sido alguien nefasto para el deporte. Tal vez, y digo sólo tal vez, a la altura del Personaje Jean-Marie Balestre, famoso por hacer y deshacer en todo el deporte automovilístico de los 80 y 90 lo que le salía del Obelisco, el de la Plaza de la Concordia (frente al que tiene o tenía su sede la FISA-FIA). Estoy seguro que a pilotos veteranos como Verstappen Sr. o a Barrichello, que pudieron vivir ambas épocas , los Briefings de pilotos debían parecerles algo así como el día de la marmota, cambiando a Charlie por Jean-Marie y a Alonso por Senna. Desde aquel 2006 en el que Fernando declaró que la F1 no era un deporte, sino otra cosa, tomó una actitud totalmente pasiva en las reuniones, sabía que Charlie le tenía tomada la matrícula y a poco que osara moverse, iría a por él.
ResponderEliminarNo fue el único, ya habéis mencionado la permisividad con los hermanos Schumacher, sangrante el pistolero Ralf en sus años en Williams y Toyota, y todos recordamos las grúas que devolvían coches a pista, las banderas de Brasil y demás. Entre los damnificados por la arbitrariedad del inglés estaba también De La Rosa, que alguna tuvo con Michael bajo la mirada protectora del que fuera mecánico de Bernie en Brabham. Pero lo más triste es que sin aquel infausto GP del Japón acuático, quizás un tal Jules hubiera podido ser campeón del mundo la temporada pasada con un coche rojo.
Salu2!
según tengo entendido ya estaba previsto el cambiarlo para el año que viene. Me da pena que se muera como ser humano que era, pero eso no quita que siga pensando de él lo que pensaba, que era un corrupto. Sancionaba dependiendo del piloto/equipo y eso es corrupció
ResponderEliminarAl que dice que Alonso es muy superior durante la noche y durante el día no es el más rápido, en realidad en la carrera que ganó también fue el más rápido durante el día
Buenas, hace tiempo que no escribía, pero esta vez creo que es más obligado que nunca.
ResponderEliminarMe ha gustado que diferencies al personaje de la persona. Al personaje, al que yo hace mucho bauticé como "Guaitin", creo que en los comentarios precedentes se le ha descrito perfectamente. A la persona Charles Whiting es de justicia desearle que descanse en paz, sintiéndolo mucho por sus familiares y amigos.
La verdad es que noticias así te hacen reflexionar sobre la fugacidad de la vida. Hace unos días era José Pinto, el concursante de Saber y Ganar, y Los Lobos el que nos dejaba sin avisar.
En el caso de Whiting nos abandona un día antes de comenzar la temporada oficial de 2019. Yo creo que Liberty debió jubilarle antes, y que el legado de Bernie ahí seguía presente, contaminando el deporte, pero quien soy yo para pensar por Liberty, Todt y compañía...
Descansa en paz, Charlie.
Estamos ante una verdadera crisis, y eso abre la posibilidad de un cambio, porque -y en eso coincido con el autor del blog- peor no se puede hacer, pero la oportunidad de dejar de lado ciertos manejos sucios está a la vista.
ResponderEliminarOjalá a partir de este hecho la F1 recupere algo de "deportividad".
Gracias por los enlaces José, este blog parece ya la biblioteca de Alejandría.
ResponderEliminarA día de hoy, Conway parece ser el más zorro del equipo. Es que lleva años sobre estos LMP1, la experiencia es un grado. Pero la capacidad de adaptación del tóxico a diferentes coches, circuitos, condiciones de carrera... Es para quitarse el sombrero. A ver en la última carrera del campeonato de resistencia, cómo lo hace.