martes, 29 de enero de 2019

La lastimita


No os alarméis mucho por lo que voy a decir, pero se habla poco de Williams porque la pobrecita no justifica el esfuerzo de escribir sobre ella, total, nadie lo cree.

En plena lucha por conseguir más clics que los compañeros de redacción, tocar a Grove supone penalizar lecturas, y en el peor de los casos, que el jefe o la jefa te llamen la atención porque tus estadísticas son muy bajas, así que por evitar disgustos, lo normal es que los medios pasen de puntillas sobre los hechos y acaecidos de la británica porque total pa'qué.

Hombre, de vez en cuando se pueden explorar las bendiciones del silencio. Echas unas líneas sobre Williams y quedas de cine aunque te lea poca gente, pero siempre y cuando hayas hablado antes, y mucho, sobre asuntos que te permitan salvar el culo a fin de mes, como por ejemplo: Alonso en sus múltiples facetas, o Ferrari y sus líos, o lo excelso y buenorro que es Lewis, etcétera, etcétera, etcétera.

Si os fijáis bien, la mayoría de redactores de contenidos, periodistas y gurúes, tocan poco el palo de Grove en la actualidad por esto mismo que venimos diciendo. Tratas de hacer una artículo sobre su situación en plan «10 claves para entender a...» y te sobran siete. Intentas indagar en la extraña fenomenología que la rodea siempre —da igual cuando leas esto—, y te encuentras con la gigantesca paradoja de que Williams lo tiene todo para haber salido del agujero hace años, y no haber vuelto a él, se entiende, pero no sale ni así la espoleen. Las malas decisiones se concatenan, la pérfida situación económica se prolonga, los resultados en pista nunca llegan...

Sea como fuere, Grove encara 2019 con un montón de asuntos pendientes, no vamos a negarlo. Lawrence Stroll se ha llevado a su hijo y la pasta a Racing Point, Martini ha dejado de ser patrocinador principal, con los 7 puntos conseguidos en 2018 no sé si les llegará para hacer caldo de cocido en el presupuesto para esta temporada. Un no parar, vamos. Y así es normal que en redes sociales tampoco se hable mucho de Williams salvo para recordar su gran historia o para hacer un par de chistes malos con el parecido razonable que existe entre Russell y Eva Hache. Ni para conseguir followers sirve...

Sin embargo soy optimista por naturaleza y entreveo que puesto que no se puede caer más bajo el horizonte tiene que ser p'arriba, p'arriba, p'arriba, y a la voz de ya. Hay cambio de reglamento, están Robert y George, no sé, puede sonar la flauta y una escudería con su tradición podría ofrecernos este año señales de que está viva, que no hace falta que lidie con Brackley, Milton Keynes o Maranello, basta sólo con que deje de dar lastimita y pelee donde se merece, en la parte delantera de la montonera, donde se promete que estarán Renault, Racing Point o Sauber.

Os leo.

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