lunes, 7 de enero de 2019

Enero pa'lante


El mes de enero es tradicionalmente complejo aquí, en Nürbu, y desde que Fernando se nos ha ido a hacer las Américas como hay que hacerlas: sin complejos, se ha complicado un poquito más.

The Roar ha concluido. El Dakar lleva unos días poniéndose las pilas en Perú y hoy se da el banderazo de salida a la primera etapa oficial. En fin, la Formula E llega a Marruecos en nada y en unas semanas tendremos el Rally de Montecarlo y disfrutaremos de la Rolex 24 at Daytona, y como de costumbre, poco a poco la Fórmula 1 comenzará a impregnarlo todo con su presencia: una preview de un alerón por aquí, un render de un vehículo por allá, análisis sobre la superficie del agua, estimaciones que se las llevará el viento, y los diseñadores gráficos se liarán la manta a la cabeza imaginando decoraciones posibles, alternativas, vintage...

Todos los años vengo con la misma monserga y más o menos por las mismas fechas: a mí no me da el cuerpo para tanto. Será que estoy mayor o que soy autónomo, o ambas cosas a la vez, pero lo tengo más que asumido: no me da y no me da.

Todo esto está muy bien y, válgame la chorrada: está muy bien que continúe estándolo per saecula saeculorum, amén; pero es de poco recibo que el aire, sobre todo en redes sociales, se impregne por estas fechas saturadas, de una urgencia por devorar automovilismo deportivo que, a la postre, sólo sirve para que cuatro gilipuertas saquen pecho. Y con esto, obviamente, no me refiero a lo que tienen por rutina disfrutar de cualquier evento que tenga que ver con la gasolina y las ruedas, sino a los abundantes posturitas que pretenden vender la moto de que son lo que no son.

Cuando tienes vida la disfrutas y te llenas hasta rebosar de recuerdos y buenos momentos. Cuando sólo tienes un móvil o una tablet o un personaje virtual que defender... en realidad tienes muy poquita cosa y es normal que te dediques a publicar selfies o a enfatizar ante la peña que eres poeta entre poetas, artista entre artistas y un apasionado de los que ya no quedan.

7 de enero. Por delante mes difícil para Nürbu porque ni aunque quisiera podría llegar a tocar todos los palos.

Ayer por la tarde devolvía correo a mi buen amigo Martín, y le confesaba que los tiempos han cambiado y que incluso los ñúes de antes no tienen nada que ver con los de ahora. Bien o mal mirado, la vieja guardia da para película de Pixar (Disney): de diferentes padres y madres, más o menos maltrechos tras los años transcurridos, todos seguimos en la brecha, intentado disfrutar lo que nos dejen, de un universo al que contribuimos a apuntalar en nuestro bendito país hace no sé cuántas edades, hoy en manos, desgraciadamente, de las infinitas corrientes del postureo.

Si no llegáis a todo (como yo), dad por bueno que esto es así. No tengáis demasiada prisa ni os agobiéis demasiado. Los posturitas tampoco llegan, pero a cambio, proporcionalmente hablando disfrutan de menos oportunidades que nosotros de vivir la vida en toda su intensidad. Pobrecitos míos, ellos son reos de las estadísticas y la popularidad. ¡Joder, qué mal rollo!

Os leo.

2 comentarios:

  1. ¡UPS! Justamente hablábamos de un Enero habitualmente parco en noticias F1, y nos golpea la partida de Maurizio.
    Sds.
    Martín

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  2. AutoMonos Jose. Somos autoMonos!!
    Yo la verdad que me he quedado huérfano sin Fernando. Pero habrá que apoyar a Carlos y a Daniel a muerte. Eso sí, este año los madrugones creo que no, será un año complicado.

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