martes, 1 de enero de 2019

Bonjour! Mesdames and gentlemen!


No me apetecía desperdiciar los primeros instantes de la mañana. He saludado el amanecer de 2019 bajando a la playa de Gorliz...

Tengo suerte, lo sé. Uno no se levanta todos los días con un capricho así apenas a unos cientos de metros de casa, ni se puede permitir lujos como pasear descalzo bajo las nubes y sobre la arena, dejando que el mar te lama los pies, aunque hoy estuviera especialmente frío y yo solo, gracias a que Eileentxu ha declinado acompañarme para quedarse en su caja del estudio, durmiendo hecha un ovillo sobre su mantita, rodeada de sus juguetes y cachivaches. Feliz, en una palabra.

Tengo suerte por otras cosas y también soy consciente de ello.

Te entrenas duro sin saber para qué y un día descubres por qué la vida te necesitaba fuerte y curtido, por qué te ha sacudio hasta molerte los riñones y no dejar intacto ni un hueso de tu cara; por qué ha querido que probases el sabor de la hiel y por qué, en el fondo, te mima tanto. Dicen los marinos que quien sobrevive a tres naufragios se ha ganado la inmortalidad, y allá vamos con 2019, a fingir tras el tercero que no habrá mal rayo que nos parta ni océano que nos engulla mientras abrimos su melón sin saber si su carne será dulce por fin.

«Fiery the angels fell; deep thunder rolled around their shores; burning with the fires of Orc...»

Bienvenidos a 2019, esto es Nürbu. Os leo.

4 comentarios:

  1. Significa eso que se pospone la bajada de persiana?

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  2. Muy buenos días, Cristóbal

    Significa que ahora mismo no es una prioridad. Abrazote ;)

    Jose

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  3. Hola Jose,
    Aqui estaré otro año mas.
    Saludos,
    Tino

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  4. Una muy buena noticia Jose. Ese es el espíritu, lamerse las heridas y continuar hacia adelante.

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