Dicen que la madurez de las personas se demuestra en cómo afrontan la frustración, y aunque la foto de entradilla así como buena parte del texto aluden a Sebastian Vettel, pretendo echar el ratito sobre la hégira que han montado los seguidores del alemán y equidistantes patrios a cuenta de estas palabras: «Für mich ist klar, dass ich gegen drei Autos kämpfe. Auch gegen alle 19 im Feld. Ich war nie in einer anderen Position, das ist okay. Ich erwarte nichts anderes...»
Lo primero para neutralizar la carga de profundidad que llevan en sus entrañas —«Para mí está claro que luchaba [el domingo] contra tres monoplazas. También contra todos los 19 de la parrilla. Nunca he estado en una posición diferente, está bien. No espero nada más»—, obviamente pasa por dudar de ellas, y como al canal Ziggo Sport (Vodafone extras) no lo conocíamos de nada, la cosa resultaba bastante sencilla, en principio.
Por suerte nadie ha mencionado (todavía) que Ziggo Sport es de alonsistas o que lo lleva Antonio Lobato, pero a lo que vamos, que la prensa inglesa o alemana abreven de Diario Gol no supone ningún problema, pero ¡coño! ¡de Ziggo Sport...!
Bueno, el caso es que el bendito canal holandés era considerado fuente fiable el pasado día 2 por Autosport para cosicas de Verstappen, por ejemplo: «I gave him [Bottas] plenty of space and if he then drives against my wheel, I can't do anything about that. But in the end I got a penalty for it, said Verstappen to Ziggo Sport» [Verstappen blames Bottas for Italian Grand Prix penalty clash]...
A todo el mundo le pasa, desde luego, y podría ser que Ziggo Sport sea fiable al respecto de lo que dice Max pero con lo que dice Sebastian falle más que una escopeta de feria. En todo caso, no seamos malpensados porque según algunos, vamos a dormir mejor.
A miércoles de la semana posterior al Gran Premio de Italia, supuestamente nadie solvente se ha hecho eco de las supuestamente mal comprendidas palabras del tetracampeón del mundo, salvo Planet F1: «For me, it’s clear: I have to race three cars, including my teammate» [I’m racing three cars, including Kimi]; Autobild: «Für mich ist klar, dass ich gegen drei Autos kämpfe. Auch gegen alle 19 im Feld. Ich war nie in einer anderen Position, das ist okay. Ich erwarte nichts anderes» [Lewis hat mir keinen Platz gelassen]; y no os cachondeéis demasiado, también Autosport en un artículo firmado por Matt Beer y Jonathan Noble: «But for me it's pretty clear: I'm happy to fight three cars, I'm happy to actually fight 19 cars» [Sebastian Vettel does not want Ferrari F1 team orders on Raikkonen]...
No os compliquéis demasiado la vida. Lo urgente en estos momentos es que entendamos que las supuestas palabras de Vettel nunca han existido, a pesar de que nadie haya aportado nada que indique que no han existido...
Como decía antes, si fuese Diario Gol y los dardos señalaran a Alonso la cosa cambiaría radicalmente, o si la información hubiese sido vertida por Ted Kravitz o por el siempre prestigioso Mark Hughes a quien Pablo de Villota enmendaba la plana hace nada [Breve guía para entender el antialonsismo]. Lo importante es que creamos a quién hay que creer, que ahora toca criticar a Vettel pero poquito, sin que se le haga demasiado daño, para que nos entendamos. Porque un tipo como él, que camina sobra las aguas, es incapaz de apuntar al de Kimi como ese tercer coche que le hizo la cusqui en Monza. Él no, ¡por Dios, él no...!
La frustración es muy jodida, pero me siento en la obligación de confesaros que si no anduviera La Scuderia por medio, hoy mismo ponía dos velas a Santa Cuaresma para que alguien que yo me sé y sus seguidores, se den un bañito de realidad de los buenos a final de temporada...
En fin, no quiero ser demasiado malo. Quedan siete carreras y Sebastian todavía tiene opciones, no vamos a negárselas. Os leo.
La frustración es muy jodida, pero me siento en la obligación de confesaros que si no anduviera La Scuderia por medio, hoy mismo ponía dos velas a Santa Cuaresma para que alguien que yo me sé y sus seguidores, se den un bañito de realidad de los buenos a final de temporada...
En fin, no quiero ser demasiado malo. Quedan siete carreras y Sebastian todavía tiene opciones, no vamos a negárselas. Os leo.
Ni Fernando ni Kimi se van a ir sin luchar. ¡Faltaría más!
ResponderEliminarEl doble rasero con el que juegan los vetteleros radicales y los equidistontos está en otra liga, incluso en otra dimensión. Estos son los primeros que atacan a Alonso por cualquier tontería sin importancia, pero luego que no toquen a su Vettel cuando las lía más grandes, pobrecito.
ResponderEliminarAlgunos son los mismos que te decían que el Renault R26 era superior al Ferrari F248, pese a que ambos prácticamente empataron a puntos en el mundial de constructores en 2006. Pero luego, cuando en 2010 y 2012 los Red Bull sacaron 102 puntos y 60 puntos a Ferrari "había igualdad". ¡Jajajaja!
Según ellos Ricciardo no es superior a Vettel, pese a que en 2014 le endosara 71 puntos en el mismo equipo. ¡¡¡71 puntos!!! Casi tres carreras y 3-0 en victorias. Es demencial. Para ellos es mejor medirlos cuando no tienen el mismo coche, ¡claro, muy lógico! jajaja
Otra broma buena son los comodines de que Vettel "sabe evolucionar los coches", "trabaja mucho" (los demás pilotos se ve que no) y "hace equipo". Así si gana con un avión siempre pueden decir que es gracias a que se lo ha hecho él. No sé para qué Ferrari contrata ingenieros y gasta más de 400 millones si el fenómeno de su piloto lo hace todo, incluyendo motores y aerodinámica. Por esa regla de tres Hamilton sería Dios por la competitividad de los Mercedes desde 2014. Ah, eso ya no.
Aunque el tema de "hace equipo" se les comienza a caer. Decir que corre contra tres incluyendo a Raikkonen es muy inoportuno. Porque claro, se ve que Raikkonen tendrá que levantar el pie para no hacer poles, y si las hace deberá desaparecer en la primera curva. En fin.
Lo mejor de todo es que el alemán puede ganar el mundial sólo con que ponga el coche donde se merece. 30 puntos no son tantos. La F1 es así.
ResponderEliminarVettel va a perder el mundial, y antes o después saldrá de Ferrari con el rabo entre las piernas, magullado y demostrando que no es más que un producto de marketing con un buen piloto en el fondo, pero nada más. Su salida, sin victorias y entre grandes aspavientos no hará más que certificar que los tetracartones fueron títulos de cartón-piedra, amparados en un coche que bordeaba los límites reglamentarios y con la connivencia en pista de los comisarios, directores de carrera y mandases varios, al margen de pilotos cobardías que le dejaban pasar por algún tipo de interés. Lo malo es que el currículo del que se va a llevar el gato al agua no es mucho mejor...
Alguien dijo hace tiempo que la Formula 1 no es deporte, y cuando al jefe se le preguntaba por él decía que no volvería a ganar un campeonato. El tiempo pone a cada uno en su sitio.
Salu2!