MI Felipe con corbata

Sinceramente, no tengo muy claro que las palabras de mi Felipe justifiquen la cantidad de pólvora que se ha utilizado en España para pegarle tiritos.

La sola presencia de un deportista o ex deportista en un cargo representativo de la federación correspondiente, no lo convierte de la noche a la mañana ni en un tipo apto ni en un ser diferente, vamos, que Massa no ha dejado de ser nuestro Massa de siempre por mucho que ahora ejerza de President of the FIA Karting.

Puedo asimilar que a quien no le conozca le haya pillado por sorpresa el bocachancleo que se ha marcado con el tema de la seguridad en la IndyCar. En este sentido, considero bien merecidas tanto las puntualizaciones que se le han hecho como las anotaciones al margen de página. El brasileño no tenía ni repajolera idea de lo que estaba diciendo y hacía falta amonestarle un poco, pero diantre, el chorreo que le ha caído posteriormente suena bastante desproporcionado, como si se hubiera aprovechado la coyuntura para pasarle al cobro todas las cuentas pendientes acumuladas en su carrera profesional en Fórmula 1.

Voy más lejos, diría que por no meterse con Jean Todt, auténtico artífice de que la FIA parezca un putetxe, se han tirado piedras a Felipe, lisa y llanamente porque el Pisuerga pasa por Valladolid.

Y luego, como de costumbre, la romería: se usa a Massa en redes sociales para enseñar herramienta mientras se sigue justificando a la FIA porque está plagada de ingenieros y gente que sabe mucho mejor que nosotros de qué va esto.

Desgraciadamente, Carmen Jordá y Felipe Massa también son FIA, y si la cosa está como está con ellos, a lo peor anda parecido o muy similar en otras áreas, incluso en la de la seguridad. No sé, se me ocurre, como venía diciendo, que mi Felipe no es el problema sino quien le ha elegido. Aunque, ya si eso, le seguimos disparando dardos a él porque hay que reconocer que como blanco del postureo y la ira de Flanders resulta infinitamente más asequible.

Os leo.