Otra vez será, Rafa

Ceder la rodilla de vez en cuando es la única manera que tienen los colosos de demostrar que siguen siendo humanos...

Nos tienen acostumbrados a verlos cabalgar a lomos de la victoria y de pronto ¡zas!: el sueño se rompe en mil pedazos. Y como si no hubiese mañana, comenzamos a inquietarnos y a hacernos preguntas incómodas. Pero por suerte para nosotros, Wimbledon hay uno cada año pero Nadal es irrepetible. Los colosos también muerden el polvo, no deberíamos olvidarlo jamás. En el fondo son humanos, por eso mismo las derrotas los hacen aún más grandes.

¡Otra vez será, Rafa!