Neutralizando a Key

El tratamiento que están dando la prensa británica y alemana a la contratación de James Key por parte de McLaren, está dejando patente el nivel de mamporrismo que se gastan, amén de poner con el culo al aire a los del Efecto Cher de nuestros lares.

Woking ha confirmado la noticia, pero Franz Tost y el entorno de Red Bull han dejado claro que Key todavía está vinculado a Faenza, algo que a un buen periodista le habría llevado a pensar que el de Chelmsford ha ocultado lo que iba a hacer a su actual patrón y, obviamente, ha podido mentir al nuevo. McLaren, en todo caso, debería de haber dejado de ser la noticia a partir del instante en que ha aflorado la controversia, aunque curiosamente, a estas horas la de Zak Brown sigue siendo el epicentro de todo el follón y, lógicamente, está recibiendo pedradas por todos lados.

No hay que haber leído a Le Carré ni a Forsyth ni a Greene, para entender que hay gato encerrado en convertir en noticia a quien no lo es —en periodismo esto es bastante grave—, para a renglón seguido, echarle encima todos los fantasmas del armario habidos y por haber, incluso alguno de dudosa procedencia.

Habría que indagar en el asunto, pienso. Había obligación de hablar con el auténtico protagonista, saber de primera mano por qué el ingeniero, que con casi total seguridad estaba llamado a sustituir a Adrian Newey en Milton Keynes, ha dado un paso tan idiota, supuestamente, siempre supuestamente, porque él, antes que nadie, tenía que saber cómo estaba su contrato con Toro Rosso, y si ha firmado con Woking es el responsable de lo que está sucediendo.

Aquí los british y los alemanes han vuelto a hacer de jueces y de parte, como ya nos tienen acostumbrados. James Key da un mal paso y el culpable es quien interesa que lo sea a todas horas: McLaren, que no levanta cabeza, que no da pie con bolo, que no sale del ostracismo ni habiendo hecho caso a los especialistas en aquello de que había que abandonar Honda para apostar por Renault. ¡Tela!

Y bien, se me ocurre para contrarrestar esta mala novela que tal vez McLaren sí podía saber lo que estaba haciendo al anunciar que Key sustituía a Morris, y que lo que ha conseguido con ello ha sido acelerar los procesos, ya que en Red Bull y Toro Rosso nadie en su sano juicio confiará a partir de ahora en él.

Reconozco que no es una gran historia aunque me parece mucho mejor que la que nos están contando, y eso sí, McLaren no hace de idiota precisamente, sino de todo lo contrario, porque a ver quién —con experiencia en la unidad de potencia Honda, se entiende— sustituye ahora a Newey con el RB15 en fase de consolidación como proyecto.

Os leo.