Los tocapelotas somos gente extraña. Un ejemplo: como sabéis, ahora se ha puesto de moda sacar a Nico Rosberg a colación de cualquier tontería, mayormente si ésta se refiere a Fernando Alonso. Y a un pirata tocapelotas como yo que, además, lleva un blog de cierto éxito (sic), le da por pensar en Britney y cómo se reían de él los mismos que ahora esgrimen sus palabras como si fuesen a misa, incluso desde la prensa british —por supuesto desde la nuestra que no existe—, que siempre miró ojos traviesos al hijo de Keke cuando el alemán doblegaba en su propio terreno y con las mismas armas a todo un velociraptor sediento de sangre que responde al nombre de Lewis, que ahora está malito, por cierto.
Nico es en la actualidad un hombre de nogocios que trata de abrirse paso en la mítica piranha pool que se decía que era el paddock —ya querrían los guppy de ahora parecerse a aquellos carnívoros insaciables que dieron nombre a la bendita piscina—, y como tal su trabajo me parece respatibilísimo aunque lo entiendo sometido a las gabelas del currelo. Hay que prosperar, y si hay alguien a quien le deseo con todo el alma que lo consiga es a él, que pasó las de Caín cuando le tocó bregar en la trinchera enemiga.
Nico es en la actualidad un hombre de nogocios que trata de abrirse paso en la mítica piranha pool que se decía que era el paddock —ya querrían los guppy de ahora parecerse a aquellos carnívoros insaciables que dieron nombre a la bendita piscina—, y como tal su trabajo me parece respatibilísimo aunque lo entiendo sometido a las gabelas del currelo. Hay que prosperar, y si hay alguien a quien le deseo con todo el alma que lo consiga es a él, que pasó las de Caín cuando le tocó bregar en la trinchera enemiga.
Dicho esto, el Rosberg que a día de hoy surge en los medios con infinita mayor asiduidad que cuando luchaba por los campeonatos del Mundo 2014 y 2016, me interesa relativamente poco, o nada, porque hace lo que hay que hacer, porque dice lo que hay que decir, y porque va a lo que va: buscando amigos y alianzas en un entorno comercial que a mí, personalmente, me parece lo más penoso del mundo. Voy más lejos, por razones comerciales se mueve en el entorno Mercedes-Benz, dondehabitaba Norbert Haug, jefe de redacción en su día de Auto Motor und Sport y el tipo que amenazó a Fernando en 2007 con que tres décimas menos en su motor no las iba a notar nadie...
La figura de Haug es imprescindible en la historia de BrawnGP y en el expolio al que somete Brackley a Woking durante 2012 y 2013. Dennis no quería ni verlo. No, Alonso, no, Dennis, Ron Dennis, muy sensible con eso de que un tipo al que prácticamente has dado de comer te salga traidorzuelo porque Martin (Whitmarsh) estaba en Babia...
No me enredo. Rosberg se mueve en esta atmófera que estoy describiendo, e incide, ¿cómo no?, en la tesis que por cierto, dinamita Marc Priestley en su libro —acabaré pronto con él y lo reseño, lo prometo—, así como la línea filoanglosajona que sigue a pie juntillas el supuesto garganta profunda de Maese Carlos Castellá al respecto de la fábula que se montó alrededor de uno de los años más infaustos que hemos vivido.
De momento, ya aviso, mi argumento es más coherente con la hemeroteca y con lo que cuenta en primera persona el mecánico (entonces) de la británica [#McLaren2007].
Queda por ver en qué queda, valga la redundancia, lo que diga Fernando al respecto cuando publique su propio libro de memorias. Que siendo el asturiano, a lo peor todo queda en interrogantes y conclusiones en suspenso porque él es parte, y claro, las partes, sobre todo cuando han nacido en Oviedo, no valen lo mismo que una parte —otra diferente, evidentemente—, que se alumbró a la vida en Bristol o Cheshire, o la mismísima Barcelona.
Pero a lo que vamos. Quiero a Nico pero no como el señor mayor que se propone en la actualidad, sino al otro, el que no tenía otra cosa que hacer que defenderse de la inmundicia de los que ahora lo elevan a los altares porque afirma que Fernando pecó en 2007. A ese Nico le he defendido cuando no lo hacía prácticamente nadie. Ése es el Nico que me interesa, el genuino, el que lloraba en Abu Dhabi. El Nico que la prensa trató de traidor y poco menos que nenaza por declinar participar en 2017 para defender su título. El Nico al que llamaban Britney y hoy intenta sobrevivir entre sus verdugos.
Os leo.
"El Nico al que llamaban Britney y hoy intenta sobrevivir entre sus verdugos."
ResponderEliminarA eso en mi pueblo lo llamamos ser un pringao.
Un abrazote
Ros y Alo tuvieron algún encontronazo en carrera. Mi memoria no es tan buena como la vuestra, así que si algún colega nos refresca la memoria, tendremos una mejor perspectiva.
ResponderEliminarQue fácil es buscarse la vida en los medios a costa de Alo
Saludos
No creo que esas palabras de la Britney sean fruto de algun encontronazo en pista. Tiene más pinta de ser lo que dice Josete. Hay demasiados ejemplos en forma de declaraciones por parte del entorno de Mercedes sobre lo malvado que es Fernando. Lo que jode que tipo de Oviedo tenga más repercusión que los últimos ganadores de nuestra y competida F1, en la que del primero hasta el último hay una diferencia de siete decimas. No como en el wec.
ResponderEliminarenrique, no era mi intención discutirle las razones a Jose, solo apuntar que también puede haber implicaciones personales en este affaire.
ResponderEliminarSin embargo, cada vez que hablan de Alo fuera de contexto, como ahora, consiguen lo contrario de lo que pretenden. Sin embargo, ahí siguen errando el tiro.
Si Alo no es el capo, que sentido tiene tirarle a degüello como si fuera el capo?
Saludos
Sorprendidísimo me quedé por esas declaraciones, no por el contenido, sino porque fuera precisamente Rosberg quien las decía. En fin, es un discurso que poco a poco se va rompìendo.
ResponderEliminarParece que forme parte de algun ritual masonico o algo similar. Quieres dedicarte a la f1 desde los despachos? Atizale a Alo.
ResponderEliminarA mi me pareció desolador en el gran premio 300 de Fernando la escasa participación de pilotos en una simple foto. Es raro e injusto
Yo lo de la foto pienso que fue por la envidia que le tienen. Y ya lo decía el chavo del ocho. "La envidia nunca es buena, mata el alma y envenena". De todas formas con tanto repetir el discurso de "los juegos internos de Alonso" cada vez pierden más credibilidad. Y más aún a raiz de la publicación del libro del que habla Jose en la entrada. Saludos a tod@s
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