lunes, 18 de junio de 2018

De Le Mans a Le Castellet


A muchos no nos ha dado tiempo ni de quitarnos de encima el aparataje que hemos utilizado para las 24 Horas de Le Mans, pero toca ir poniéndose las pilas porque el Gran Premio de Francia lo tenemos a la vuelta de la esquina, este mismo fin de semana, para ser exactos.

Lo habíamos dejado antes de partir hacia La Sarthe en que el apparatchik nos terminaba de clavar como insectos en un corcho ofreciéndonos una tercera carrera consecutiva que no había por dónde agarrarla.

El Gran Premio de Canadá se sumaba así al de España y al de Mónaco, y todo el regustillo sabroso que habíamos ido almacenando hasta Bakú es hoy poco menos que un bonito recuerdo...

Vettel, que se quejaba de lo aburrida que había resultado la prueba en El Principado, lo hacía al término de la de Montreal al respecto de que la gente se quejase de que había sido aburrida la que había ganado él, claro, la del Gilles Villeneuve. No obstante, con estrategias a una parada no vamos a ninguna parte y la propuesta de neumáticos específicos para el Paul Ricard tampoco es que suene demasiado bien después de haber visto lo que sucedió en Montmeló.

¿Monólogo de Mercedes AMG? Pues es posible, para qué vamos a engañarnos. Aquello que decía Isola sobre que apenas se iban a notar los 0,44 milímetros menos de banda de rodadura se acabó notando. Ferrari ponía el grito en el cielo aunque luego reculaba, y el resto de la parrilla que no son los elegidos para la gloria  pues a verlas venir, como todos los años. Vino Mónaco y la cosa no mejoró, y cuando teníamos depositadas las esperanzas en Canadá, nos estrellamos contra el parabrisas.

Francia retorna al Mundial de Fórmula 1 con una propuesta muy de Bernie (es el propietario). El Paul Ricard promete mucho, la verdad, pero como lo retocó Hermann Tilke y vale en la actualidad para un roto y un descosido, ha quedado tan limpio e inmaculado, y falto de personalidad, que uno no sabe a qué atenerse. Eso sí, tenemos escapatorias a cascoporro, y como campos de fútbol de grandes. Es decir, los monoplazas de este año van a caber perfectamente, con esto no va a haber problema.

Y nada más, había que empezar por algún lado y mira tú, sin salir de Francia nos vamos de Le Mans a Le Castellet sin que apenas se note, eso sí, cruzando los dedos para que se nos pase pronto la murmia de las últimas carreras.

Buenos días, buena suerte, y al lío. Os leo.

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