sábado, 12 de mayo de 2018

Sólo la puntita [II]


Hace escasamente un mes escribía sobre las enormes posibilidades que encerraba la reducción de 0'44 milímetros en el espesor de la banda de rodadura de las gomas Pirelli para los Grandes Premios de España, Francia y Gran Bretaña [Sólo la puntita]. Y bien, el momento ha llegado y como era previsible, no ha llovido a gusto de la mayoría por mucho que Mario Isola nos dijera entonces que suponía un ligero cambio que no afectaría porque resultaba casi invisible...

En aquella entrada aludía a otra anterior, de marzo concretamente [A la sombra de un león], en la que apuntaba textualmente: «Las escuderías y los pilotos han comenzado a elegir gomas para los primeros grandes premios y supondría un auténtico pastelón que algo tan normal se volviese a dar en 2018. Se ha dicho tantas veces que las ruedas son iguales para todos los equipos, que se sortean los juegos para que no haya mamoneos, etcétera, etcétera, que difícilmente encaja que "cada equipo intente llevar al proveedor de neumáticos en la dirección que se adapta mejor a su coche sea bastante normal." ¿Cómo coño se consigue eso?, sin meter mano, se entiende.»

A falta de conocer las particularidades que han rodeado el estreno de esta variante de los compuestos, me gustaría repetir que estas cosas quedan bastante feas por cuanto el proveedor es único para toda la parrilla y lo que en teoría ayuda a unos equipos va a perjudicar inevitablemente a otros.

Hace casi dos meses, a Sebastian Vettel le parecía normal que un equipo intentase arrimar el ascua a su sardina después de que las escuderías hubiesen probado la gama 2018 en pretemporada: «Creo que es bastante normal que tras los primeros días de test, cada equipo intente llevar al proveedor de neumáticos en la dirección que se adapta mejor a su coche. Creemos que Pirelli ha hecho un buen trabajo con su selección de neumáticos» [Ferrari en el GP de Australia F1 2018: Previo], pero visto lo visto en la clasificación para el Gran Premio de España, seguramente haya cambiado de opinión.

Y es que lo miremos como lo miremos, no es ni medio normal que las gomas para una carrera se elijan con semanas de antelación para facilitar su manufactura por parte del fabricante, y en el intervalo de tiempo que existe entre la solicitud y la entrega, éste decida modificar el producto en casi un milímetro y en casi un kilogramo de peso por juego.

La Fórmula 1 es el máximo exponente del automovilismo deportivo y el éxito o fracaso se mide en su seno en micras y en fracciones de segundo. Empiezas por la puntita y como el aleteo de la mariposa en Pekín, acabas originando huracanes sobre Los Ángeles o tormentas en Montmeló mismo.

Os leo.

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