Don't be original, Mr. Fulano de tal

Seguro que se siente aludido con esta entrada todo pichichi, pero mirad, hay días en que me da bastante igual si el mundo de referencias de la peña es chiquitito o inabarcable.

Las 6 Horas de Spa-Francorchamps me han pillado un poco a contrapié. Trabajo en modo estajanovista y todavía no he arreglado el roto que me hicieron las abuelas en Semana Santa, así que os ahorro la parte más espinosa de mis aventuras a día de hoy. Otra cosa es que el automovilismo sea un entretenimiento para la mayoría de nosotros (o debería serlo), y a pesar de ello, el aire que rodea la primera cita del Súper WEC empieza a notarse muy viciado.

Comenzábamos la semana mencionando la implosión que está sufriendo lo más granado de la chavalería y la curia, y la estamos terminando como el mismísimo rosario de la aurora.

Ellos insisten en repartir carnets y repetiré hasta el día en que me vaya para el otro barrio que no hacen ninguna falta. No, no hacen falta credenciales ni certificados de limpieza de sangre. Para disfrutar del deporte basta acercarse a él como hacemos con un libro: si te atrae te quedas y lo devoras; si te tira para atrás desde los primeros párrafos, siempre será mejor que lo cierres y dejes de sufrir a lo tonto porque no te lo va a agradecer nadie.

Estamos de fiesta, no dejéis que la arruinen. Y si os ofrecen un carnet u os lo exigen, les contestáis, siempre que os apetezca, obviamente: Don't be original, Mr. Fulano de tal...

Os leo.