Forza, Sebastian!

Éste es uno de esos momentos en que me gustaría teneros cerca para invitaros a una cerveza o lo que se tercie, pero como hay que dejar espacio a los que vieron con meridiana antelación que Honda no resultaba tan mal proyecto como se pintaba el año pasado (y aún hace nada) desde los baluartes informativos británicos y alemanes y sus mamporreros de aquí las españas, vamos a dejarles que disfruten pareciendo tan y tan avispados en redes sociales, que sigan erre que erre orinándose en la ingeniería de sofá, y en vez de hablar del cuarto puesto conseguido por Gasly sobre un Toro Rosso o de una McLaren que las ha pasado más putas de lo normal en Sakhir, vamos a centrarnos en la lección de resistencia numantina que ha dado Sebastian.

Maranello no está para mucha historias, para qué vamos a engañarnos. Si en vez del SF71H de este año estuviera ahí el SF70H de 2017 seguramente estaría enfocando esta entrada de manera radicalmente opuesta, pero la apuesta de la rossa para 2018 no deja lugar a dudas de que está un pasito por detrás de los W09 de Brackley y, qué queréis que os diga: con un canto en los dientes tenemos que darnos los tifosi si seguimos ganando carreras por los pelos, porque es eso lo que ha pasado hoy.

Lo bueno de este tipo de escenarios es que a falta de vehículo afloran las manos y la cabeza de los pilotos, en este caso de Vettel. Y si más de uno ha gritado ¡la jodimos, tía Paca! cuando Mercedes AMG ha engañado a Ferrari y en el set de Movistar se enredaban con undercuts y overcuts, entre ese instante y el banderazo final lo que ha mandado en pista ha sido el saber gestionar correctamente una situación complicada de manejar que más que sobre el asfalto tenía lugar sobre el filo de una hoja de afeitar.

A nadie se le escapa que las cosas no habrían salido tan aparentemente sencillas para el número 5 de La Scuderia si en vez de Valtteri el que le hubiera apretado las tuercas en las últimas vueltas fuese Lewis, pero esto es Fórmula 1 y la verdad es que el británico estaba lo suficiente lejos como para no suponer una amaneza seria y su compañero se apellida Bottas, aunque no es menos cierto que Sebastian ha cuidado las gomas y el consumo para vérselas con el rival más asequible. Y es que no me cabe la menor duda de que si el de Tewin hubiera adelantado al finlandés para tener a tiro a Vettel, éste habría respondido adecuadamente.

¿Habría resistido el alemán, habría sido capaz de aguantar la posible embestida...?

Pues hombre, esta es la parte de la novela que jamás conoceremos, así que casi mejor que nos dejamos de hacer conjeturas, ya que lo que tenemos sobre la mesa es que el de Heppenheim, con un monoplaza que no está para demasiadas aventuras en cuanto a tratar de tú a tú al anglo-alemán, ha hecho todo lo que tenía que hacer para calzarse una victoria bastante cara de conseguir después de que el asunto se complicara para Ferrari alrededor de la vuelta 15 (creo). El resto, como decía más arriba: manos y cabeza, las de Sebastian Vettel, ya que Kimi ha caído en combate en un feo paso por garajes que ha dejado como resultado su abandono y un mecánico con lesiones en su pierna izquierda.

¿Nos felicitamos? Pues sí. Queda mucho trabajo por delante, es obvio, pero que nos quiten lo bailao.

Os leo.