¿Ha sido inteligente?

Tenía pensado empezar esta mañana con otro tipo de entrada, pero puesto que nuestra actualidad deportiva anda en modo imperativo y ya se está extendiendo la especie de que Ferrari no ha sido inteligente copiando a Mercedes AMG en el alargamiento de su distancia entre ejes, vamos a echar el ratito tratando de explicar (de nuevo) que a lo peor todo ha sido fruto de la necesidad.

Pasando por alto que el verbo copiar queda muy basto en este contexto y que hemos hablado muchas veces de que adoptar soluciones parecidas a las del rival resulta mucho más más bonito y, además, más certero porque es el pan nuestro de cada día en la Fórmula 1 ya que si no la actividad no avanzaría, vamos a felicitarnos por haber hablado con anterioridad de la importancia creciente que tiene en nuestro deporte la largura del vehículo [La batalla más larga].

Por un lado favorece la estabilidad en la aerodinámica y el reparto de pesos, y por otro, que las ruedas se mantengan en permanente contacto con el asfato [Física en dos viñetas]; a cambio —los paraísos no existen, recordadlo—, trae consigo que si el conjunto no se ha resuelto bien, puede resultar pelín crítico en pista [Las cosas del conducir en 2017].

Así las cosas, el otro día charlábamos sobre la importancia de los neumáticos [Dos apuntes sobre las ruedas], y éste, bajo mi humilde punto de vista, es el punto clave en todo este asunto del aumento de la distancia los ejes habido entre el SF70-H de 2017 y el SF71-H de 2018.

Maranello se había implicado como nadie en 2016 ayudando a Pirelli a desarrollar su producto para el nuevo reglamento [Vettel busca ventaja con los test de Pirelli 2017], y por tanto, pudo leer antes y mejor el siguiente movimiento de la milanesa. Y es que de cara a 2017 la italiana plantea una gama muy reservona y bastante dura, elásticamente hablando, que la llevará a descartar los compuestos hard para y a partir del Gran Premio de Gran Bretaña [Los pilotos convencen a Pirelli: no habrá neumáticos duros en Silverstone].

Toto Wolff llamó a todo esto «El misterio italiano», pero tanto da a estas alturas de la película. Los neumáticos resistentes, siempre elásticamente hablando, ayudan a las aerodinámicas agresivas, cosa que nos enseñó Adrian Newey en sus vehículos desde 2009, y Ferrari había adoptado en 2017 este mismo planteamiento para disponer de opciones frente a Mercedes AMG.

Y bien, para 2018 el terreno sencillamente ha cambiado. En la campaña pasada entraba Liberty Media y Pirelli pretende seguir siendo la proveedora única de compuestos para la Fórmula 1. Una cosa lleva a la otra y la de Mario Isola ha planteado una oferta de gomas más blandas tanto en elasticidad como en comportamiento, y aquí, seguir jugando a lo Newey podía resultar demasiado peligroso ya que hay que afinar mucho en este territorio con gomas blandas, so pena de dar el campeonato por perdido.

Total, que Ferrari ha adoptado similares soluciones que su principal oponente, lisa y llanamente porque no le quedaban demasiadas opciones para enfrentarse a Mercedes AMG este año.

En el SF71-H se ha renunciado a parte de la agresividad en el rake (ángulo del fondo plano con respecto al suelo) en favor de una mayor chance en recta, lo que sin duda facilitará la convivencia con los nuevos neumáticos durante las pruebas (las gomas soportan más estrés en virado). Que la idea sea acertada o no es otra historia, pero no creo que se pueda cuestionar que no haya sido inteligente, porque como vengo diciendo: prácticamente era el único camino que le quedaba a La Scuderia.

Os leo.