No sé por qué nuestros periodistas deportivos más veteranos no se han organizado todavía en un frente común en redes sociales. Su caza se ha impuesto como moda desde hace tiempo aunque no dé ni para barraca de tiro al pato porque como actividad no deja de ser sumamente infantil: el valiente cazador se pone ahí, encara la chimbera y dispara cuando ve la figurita pasar, y si acierta el tiro y el perdigón tumba el pato de hojalata se lleva a casa un osito de peluche con platillos.
Todo esto no tendría la más mínima importancia si no fuera porque inclinando patos nos estamos cargando lo poquito que nos queda, que es donde quiero llegar hoy, ya que si el asunto parece bastante pueril en su sustancia, el caso es que poco a poco va cercando y arrinconando a nuestros profesionales mientras abre de par en par la puerta a los que no acertaron con que se iba Nico Rosberg ni vieron que Fernando Alonso se disponía a disputar el WEC al completo, por poner dos ejemplos recientes en el tiempo sobre lo bien informados que están y lo finos que buscan la noticia cuando les sacas de alabar a Lewis Hamilton o meter puyitas a Ferrari.
Todo esto no tendría la más mínima importancia si no fuera porque inclinando patos nos estamos cargando lo poquito que nos queda, que es donde quiero llegar hoy, ya que si el asunto parece bastante pueril en su sustancia, el caso es que poco a poco va cercando y arrinconando a nuestros profesionales mientras abre de par en par la puerta a los que no acertaron con que se iba Nico Rosberg ni vieron que Fernando Alonso se disponía a disputar el WEC al completo, por poner dos ejemplos recientes en el tiempo sobre lo bien informados que están y lo finos que buscan la noticia cuando les sacas de alabar a Lewis Hamilton o meter puyitas a Ferrari.
Lo he dicho muchas veces y ya me fastidia repetirme, pero esta gente a la que me estoy refiriendo le ha hecho el trabajo sucio a Bernie Ecclestone durante décadas desde sus artículos y comentarios. Es tan responsable de lo que está sucediendo como él, y basta tirar de hemeroteca para descubrir que la mayoría de patrañas que nos contaron no tenían ni pies ni cabeza aunque destilaban un manifiesto interés se servilismo hacia su amo, y hacia el negocio, claro, porque ellos también comen y tienen que pagar los recibos de la luz y el gas, y el colegio de los críos a fin de mes.
Como plato único no me gusta un pelo el panorama, para qué vamos a andarnos por las ramas.
Obviamente éste no será mi problema cuando cierre este chiringuito, pero me apena nuestra pertinaz ausencia de crítica, y de madurez, y lo barato que cedemos nuestras líneas.
Lleva siendo así desde hace años y cada vez va a peor. No sé, pero no me parece buena la perspectiva de que en nada nos enfrentaremos a un territorio donde abundarán los lectores de biblias británicas de lo nuestro, que como papagayos repetirán sus contenidos desde portales y páginas de internet porque lo bueno y lo riguroso siempre viene de fuera, y porque en España, admitámoslo, no hay avellanitas para llevarle la contraria a un gurú anglosajón y resulta más fácil entretenerse cazando figuritas de pato en una caseta de feria. Ya si eso, a los grizzlies que los cace un conspiranoico, que a lo peor se revuelven y en un descuido nos hacen un roto.
Talese, hoy mismo: «Eso de que para ser buen periodista hace falta ser buena persona no es más que una ocurrencia simplona e infantil. La inmensa mayoría de los grandes periodistas que me he tropezado no eran angelitos.»
No, no sé por qué nuestros veteranos no se han organizado aún en un frente común en redes sociales para contrarrestar a tanto valiente como abunda.
Os leo.
Obviamente éste no será mi problema cuando cierre este chiringuito, pero me apena nuestra pertinaz ausencia de crítica, y de madurez, y lo barato que cedemos nuestras líneas.
Lleva siendo así desde hace años y cada vez va a peor. No sé, pero no me parece buena la perspectiva de que en nada nos enfrentaremos a un territorio donde abundarán los lectores de biblias británicas de lo nuestro, que como papagayos repetirán sus contenidos desde portales y páginas de internet porque lo bueno y lo riguroso siempre viene de fuera, y porque en España, admitámoslo, no hay avellanitas para llevarle la contraria a un gurú anglosajón y resulta más fácil entretenerse cazando figuritas de pato en una caseta de feria. Ya si eso, a los grizzlies que los cace un conspiranoico, que a lo peor se revuelven y en un descuido nos hacen un roto.
Talese, hoy mismo: «Eso de que para ser buen periodista hace falta ser buena persona no es más que una ocurrencia simplona e infantil. La inmensa mayoría de los grandes periodistas que me he tropezado no eran angelitos.»
No, no sé por qué nuestros veteranos no se han organizado aún en un frente común en redes sociales para contrarrestar a tanto valiente como abunda.
Os leo.
Es un mal extendido en el periodismo de nuestros días . Más que un mal , es una epidemia.......una puñetera pandemia .
ResponderEliminarSer políticamente correcto , servil y adulador con los poderosos , pero sin piedad ante el débil y ávido de redimirse uniéndose a la turba cuando hay un árbol caído . Lo que se llama un cobarde de co.....
Lejos están los tiempos antiguos , los Woodward y Bernstein , las cruzadas en busca de la verdad , cayese quien cayese por poderoso que fuese .
Muchos se justifican (o apaciguan sus remordimientos argumentando que es lo mejor para el deporte , que lo otro sería hacerle daño , que es mejor tapar la herrumbre , olvidarse de ella para que desaparezca como por arte de magia .
Mirar para otro lado o directamente meter la cabeza bajo tierra , tragar con todo y dedicarse a narrar como si no pasase nada y hasta con emoción todos los récords que consigue luisito , y que menos mal que tenemos al del dedo para darle épica al campeonato , porque es una pena que Fernando no tenga coche para estar ahí....pero al menos tenemos a dos españoles en la f1!!!! , que el que no se consuela es porque no quiere , oiga !!!! .
Te leo maestro
Ya se ve cada vez que aparecen Carlos Miquel o Manu Franco por Twitter y aparecen los niñatos a intentar dejarlos en evidencia como sea... penoso. A los de fuera ni toserles
ResponderEliminarMadre mia, Orroe. Las últimas entradas son para enmarcar. ¿Te has propuesto despertar a los drogados a base de verdades?.
ResponderEliminarNo se puede decir más claro lo que pasa con el periodismo del motor en relación a la F1.
Como bien dices, no parece que sea un simple servilismo al poder para mantener el chiringuito y que la gente no deje de ver esto al darse cuenta de las tremendas manipulaciones que se dan. Aquí la gente se ha dedicado a hacer de esbirros de Ecclestone, Whiting y la madre del cordwro. Es manipulación actica.
Y lo ha hecho desde De la Rosa (que por bien que me caiga y por mucho que sepa se ha dedicado en ocasiones a defender y a emitir bulos bien gordos) hasta el mismísimo Lobato (que aunque muchos lo critiquen por fanatismo hacia Alonso, se tiro años defendiendo que sí, que el Red Bull era un cochazo pero Vettel era un fenómeno). Y claro, en la prensa internacional es igual o peor.
Sobre De la Rosa me ha llamado la atención que hace como un mes se puso a decir que había que ver si el motor Honda era realmente tan malo o el McLaren era demasiado "draggy" (¿En serio?¿En McLaren se habrán olvidado de buscar el compromiso con un motor poco potente?). Cosa que por cierto no le había escuchado en todo el año pasado.
Claro, después ves como han sido los tests y lo que se rumorea para el inicio de temporada y dices "Ah, coño...que estaba allanando el camino para el milagro nipón que se estaba cociendo de la mano de Red Bull"