A veces te miran como si estuvieses loco cuando mencionas que los problemas más importantes de la Fórmula 1 llevan años sin resolverse y lamentablemente, así seguirán. Empezaba el año 2014 y con él estrenábamos era híbrida, ni siquiera imaginábamos cómo iban a ser los monoplazas de aquella temporada. No había llegado Marchionne y todavían andaban por Maranello Kimi, Fernando, Domenicali y por supuesto, Luca Cordero di Montezemolo, y desde mi espacio en Diariomotor yo me hacía eco de unas palabras de este último que desgraciadamente pueden ser aplicables en la actualidad... Llueve sobre mojado, que dicen.
En recientes declaraciones de Luca Cordero di Montezemolo, el máximo responsable de Ferrari ha exteriorizado su malestar con ciertos condicionantes que a su modo de ver anulan la posibilidad de que el 100% de recursos aplicados a la competición puedan revertir posteriormente en la selecta clientela de sus vehículos de producción.
En recientes declaraciones de Luca Cordero di Montezemolo, el máximo responsable de Ferrari ha exteriorizado su malestar con ciertos condicionantes que a su modo de ver anulan la posibilidad de que el 100% de recursos aplicados a la competición puedan revertir posteriormente en la selecta clientela de sus vehículos de producción.
Como es ampliamente conocido, la actividad deportiva de la de Il Cavallino Rampante, en la actualidad se circunscribe fundamentalmente a la Fórmula 1, ámbito competitivo donde la escudería más laureada de todos los tiempos se ha hecho fuerte para explotar una imagen de exclusividad que sería descabellado poner en duda.
Sin embargo, la máxima expresión del automovilismo deportivo lleva tiempo apostando por un planteamiento cada vez más apartado de lo que vulgarmente se conoce como vehículos de calle, enfatizando el desarrollo de los modernos monoplazas en base a una utilización cada vez más abundante de la llamada simulación, y por tanto, alejandose peligrosamente de la necesaria experiencia en pista.
Sin pretender obviar que Montezemolo manifiesta en sus palabras a Autosport la pretensión legítima de que su equipo necesita volver a los derroteros que mayores beneficios le ha otorgado, incluso insinuando que La Scuderia podría volver a la Resistencia con equipo oficial, su queja es clara al respecto de la importancia actual de los simuladores frente a las pruebas en circuito, como método paliativo a la prohibición de los entrenamientos privados: «Es una broma. Nos han obligado a invertir mucho dinero en esas terribles y artificiales máquinas en lugar de hacer pruebas en Fiorano o Mugello», y encierra también una seria reclamación como fábrica de automóviles deportivos.
La aerodinámica, auténtico bastión de la Fórmula 1 por su bajo coste relativo y altas prestaciones netas, supone una estimable ventaja frente a la costosa investigación en áreas más tradicionales, como la mecánica o el diseño de plataformas y propulsores. También es más sencilla de replicar en los simuladores, razón por la cual estos gozan en la actualidad de una importancia en algunos casos extrema, pero en todo caso, es difícilmente aplicable fuera de los circuitos amén de poco comprensible para el consumidor final.
Ferrari, por boca de su presidente, propinaba hace unos días un severo aldabonazo a los responsables del deporte: «Los test son menos caros que construir y desarrollar cada mes los simuladores. Esto es algo que en el futuro tenemos que discutir», señalando directamente a que la Fórmula 1 se aleja cada vez más de lo que el destinatario puede disfrutar cuando se sienta al volante de un superdeportivo, y que ese camino está resultando sumamente lesivo para una actividad que, en el caso de Ferrari, vende imagen, por supuesto, pero también experiencias exclusivas.
La F1 tiene, en este aspecto, el mismo problema que se planteó con respecto a otros:
ResponderEliminar- Hace un tiempo se reclamaba mas velocidad pero mayor seguridad; mas "show" y sobrepasos pero sin aumentar el riesgo.
- Ahora el dilema es "acercar" la tecnología de los autos de calle y F1 pero, al mismo tiempo, lograr que la F1 sea el pináculo del deporte motor.
Creo personalmente que no volveremos a ver autos F1 parecidos a los de calle, como ocurrió las primeras dos o tres décadas de historia de la F1. Los autos de F1 de los 50s, 60s y al menos parte de los 70s eran bastante normales: Carburadores, caja de cambios en H, suspensiones con resortes y amortiguadores, frenos hidráulico-mecánicos (a tambor al principio, luego a discos de acero). Digamos que cualquier mecánico de auto de calle podía entender a los de F1.
Desde la era híbrida que mencionas en tu nota se optó por tener dos sistemas de generación de electricidad: MGU-H y MGU-K, uno de los cuales es costosísimo. Como ya expresaron varios constructores (Cosworth, Ilmor, Aston Martin y creo que algun otro) analizarían la posibilidad de ingresar a la F1 como motoristas siempre que los costes fueran mas bajos. Pero al mismo tiempo queremos a la F1 como "laboratorio" de tecnologías de avanzada para luego aplicar a coches de calle. Mercedes o Renault, por ejemplo, seguramente trasladan parte del aprendizaje de F1 a sus coches de producción.
Igual soy raro, pero yo no sueño con tecnología f1 en coches de calle. No soy de correr y a 120 km/h poca tecnología de estos monoplazas necesito para el dia a dia. Yo quiero ver lucha, emoción y me sa igual colo lo consigan. Quiero ver a pilotos peleandose con el volante y cuando terminen la carrera quiero verlos exhaustos. Ahora se pasan un trapito por la cara se beben un red bull o un monster, dependiendo quien haya ganado, y podrían seguir corriendo.
ResponderEliminarLa clave sería dar mucha mås libertad .
ResponderEliminarLibertad en el diseño del monoplaza , libertad para escoger fabricante de neumáticos , libertad para usar el túnel y entrenar lo que cada uno quiera , libertad para escoger UPs.....etc . Así , un dominio de varios años por una escudería sería imposible .
El problema es que a mayor libertad , menor control de los estamentos.......y entonces ¿cómo harían para que ganase quien ellos quieren/necesitan que gane? .