Difícilmente Force India va a encontrar una temporada como la que ha disfrutado en 2017, sin tener rivalidad en la disputa de su posición en la tabla de constructores (Williams siempre ha estado lejos), ha mantenido de forma constante el cuarto puesto en el Mundial de Marcas desde que se lo arrebató a Toro Rosso en Bahrein, 18 pruebas en total, ahí es nada.
Claro está, la lucha por la tercera plaza nunca ha interesado a la de Silverstone por venirle demasiado grande, lo que ha originado una suspensión del tiempo y el espacio a su alrededor que le ha permitido navegar en el calendario con una comodidad meridiana y aplastante, que sólo ha supuesto algún susto en el apartado de rivalidad entre compañeros, que ya se sabe que cuando no hay de los otros a la vista, el principal enemigo es quien viste tu mismos colores y lleva tu mismo auto...
En sentido estricto, Force India ha dominado la montonera en 2017 como Mercedes AMG dominaba la parrilla de 2014 a 2016, con una mano fuera del habitáculo, lo que ha propiciado que las evoluciones que ha sufrido el VJM10 hayan sido las justitas para ajustarse a las necesidades de la unidad de potencia Mercedes-Benz, y que la dupla de conductores haya podido concentrarse en su labor dentro del cockpit ofreciéndonos abundantes destellos tanto de buen hacer al volante como de malo.
Sergio Pérez y Esteban Ocon se han mostrado como una pareja muy consistente precisamente por lo que acabo de comentar en los párrafos de arriba. No hay nada mejor que saberse a salvo de los dientes de los adversarios como para lograr la concentración óptima, más si cabe, cuando alrededor de primavera sabes qué puesto ocupará tu escudería en noviembre, en Abu Dhabi.
También está el asunto del las exigencias internas, pero si tus coches montan las unidades de potencia más fiables, van como la seda aunque se muestren pesadotes, y no hay lobos cerca ni por detrás ni por delante —pillar a Red Bull, como decía antes, nunca ha preocupado a la de Steiner—, aunque el trabajo siga siendo exigente resulta infinitamente más llevadero que el que tienen que desarrollar los demás.
Sea como fuere, Force India no ha sido sólo la desaparición de Toro Rosso o Williams del cuadrilátero. Había que gestionar la situación por muy cómoda que fuera, y aquí hay que hablar de mucha inteligencia puesta sobre la mesa.
La de Silverstone se ha encontrado con todo de cara y salvo los momentos puntuales en que Checo y Esteban estuvieron a punto de mandar todo al cagarro por exceso de testosterona, no se ha visto inquietada jamás, pero repito: esto había que gestionarlo y lo cierto es que se ha hecho con notable alto, tanto es así que al final del campeonato, la india ha metido 104 puntos de diferencia a Williams, que se dice pronto.
Force India es un equipo que siempre me gusta por su filosofía medianera. En más de una ocasión la he llamado La Reina de la Montonera por las lecturas que hace de los campeonatos. Sabe dónde está y cuál es su sitio. No buscar ganar títulos. Si puede liderar la zona media de la parrilla lo hace, si carece de fuerzas o simplemente lo tiene complicado, abandona los líos y se concentra en sumar cuantos más puntos le sea posible. Y esto, amigas y amigos, es un arte, al menos tan complicado como el que desarrollan escuderías mucho más grandes en rendimiento y posibles económicos.
Quizás un cuarto puesto tan facilón puede saber a poco, pero en el caso de Force India casi sabe a corona de laureles.
Os leo.
Quizás un cuarto puesto tan facilón puede saber a poco, pero en el caso de Force India casi sabe a corona de laureles.
Os leo.
Force India ha ganado el campeonato de los mortales por incomparecencia de adversarios. El año que viene estará la cosa mas reñida. Habrán puñaladas por esa cuarta posición si como se prevee McLaren y Renault están arriba. Buen trabajo han hecho.
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