Camarada VB-77

¡Ey, a mí no me miréis. En cuanto a McLaren-Honda, os recuerdo que todavía me sobra una carrera de margen...!

No, en serio, a estas horas del atardecer seguimos con el bullicio post Gran Premio y la sensación agridulce que ha producido ver cómo el Torpedo de Ufá se porta igual de demócrata con los grandes que con los pequeños, vamos, que sin agresión previa y de una tacada, se ha llevado  puestos a Max y a Fernando. Sin duda, cosas de la vida que arreglará a su manera Madame Helmut Marko por aquello de que su holandés no consigue terminar una disputa ni a la de tres y esta vez el responsable anda por casa.

En fin, dejemos todo aquí porque aparte de las sonoras payasadas arbitrales —¿qué es eso de que sea lo mismo fistrar a dos rivales que no atender las banderas azules (Vandoorne), y que la sanción por ambos hechos, diametralmente opuestos en calidad y cantidad de destrozos, consista tan sólo en un poquito menos que el empure a Vettel en Bakú por algo sustancialmente más grave?; ¿qué espectáculo trataban de salvaguardar los comisarios hoy...?—, tenemos obligación de hacer genuflexiones ante los santos cojonazos de Sebastian, protagonista de la salida donde se le puso en los ídem en la parrilla de China, baluarte del te mato primero y te pido perdón después en tierras azeríes, pero hoy responsable conductor que ha señalado como causante de su naufragio a Valtteri y ese puntito de apresuramiento que ha llevado al de Nastola a deslizarse con antelación a que el semáforo se apagase del todo. 

Seamos serios, esto lo coge Jean Todt, manda que el finlandés se reúna con él en París la France y se arregla con una abrazote generoso y un sonoro a otra cosa mariposa, por los precedentes, claro, por los precedentes siempre...

Total, que la carrera ha sido un poco truñete salvo en su tercio final, pero no por ello ha estado exenta de alegría riojana, esa cosa que se echa a las salsas y hace que cuando las pruebas te salte la boina como un sputnik, ya sabéis.

Sin duda, lo mejor del día ha sido el enfrentamiento de dos ejércitos en el que uno ha entendido mejor la película que el otro. 

Mercedes AMG ha funcionado como un cronómetro suizo. Consciente de que Lewis aspiraba a cuarto o quinto según las estimaciones previas (Lauda dixit), la de Brackley ha puesto toda su carne en el asador del sustituto de Nico Rorberg con el fin de llevarlo a la meta en cabeza, cosa que ha conseguido. Por contra, Ferrari, a la espera de lo que diga don Leo Turrini, no ha sabido sacrificar su reina con tal de que Kimi alcanzase el podio, lo que a la postre le ha supuesto que el de Heppenheim aumente su ventaja sobre el de Tewin, sí, pero a cambio, que la de la estrella de tres puntas se distancie en la tabla de constructores sobre Maranello.

Lo llevo diciendo desde comienzos de temporada: malgastar a Raikkonen supone un sindiós. Da lo mismo que hoy se haya presentado en Spielberg don Sergio Marchionne para recordarnos que Iceman es importante para el Mundial de Marcas. Si la rossa no aprovecha hasta la última esencia a su piloto número dos, flaco favor nos hacemos todos, no sé si me entendéis.

Hoy era día de escuderos, no de divas. La Scuderia no tenía ninguna necesidad de desperdiciar al padre de Robin, menos intentando que Vettel diera un do de pecho después de la que nos ha venido encima a los tifosi a cuenta de su hazaña en Azerbaiyán, y bajo mi siempre humilde punto de vista, la italiana ha fallado estrepitosamente en tan sencillo cometido.

La que no ha dejado ni las migas ha sido Brackley. Enfocada sobre su segundo piloto, sin remilgos, porque hoy tocaba, ha llevado a Valtteri intacto hasta la meta. Ni Hamilton se ha quejado. Cada uno en su sitio y el camarada VB-77 llevando la batuta. Total, Bottas, el sobrevalorado, en primera posición y Vettel sin tiempo material para rematar la faena. Lewis cuarto y Kimi quinto... Ha ganado Mercedes AMG aunque no lo parezca.

Y entre medias de tan linda batalla, otra vez Daniel Ricciardo, el segundo de Milton Keynes al que ya le va tocando que alguien, arriba, piense de una puta vez que igual merece la pena apoyarlo un poquito más este 2017.

Os leo.