Resulta chocante que el paddock y la prensa coincidan ahora en que Nico Rosberg no tiene la vena asesina de Lewis Hamilton. Choca porque hace unos meses, la misma o parecida gente coincidía en que al británico le estaba afectando su ritmo de vida fuera de las pistas, y a la salida del Gran Premio de Europa, había consenso en que al de Tewin le hacía falta más simulador y más aprenderse los manuales...
Niki Lauda nos contaba no hace mucho, que en Bakú, Lewis tuvo que correr con los gastos por desfogarse de mala manera destrozando la habitación donde residía el fin de semana. Vale, el austriaco se retractó luego, o lo retractaron, que lo mismo da. Pero choca que un tipo frío que dicen que tiene la sartén por el mango y hace pipí en los pantalones de su compañero, no haya desmentido ni negado la hazaña contada por el bueno de Niki durante uno de sus tradicionales episodios de bocachancleo.
No sé a vosotros, pero a mi me choca que, en unas pocas semanas, Hamilton haya pasado de ser un pollo sin cabeza a un asesino calculador que tiene todo controlado, que trabaja con su ingeniero las salidas, que acojona a Nico con miraditas, que de la noche a la mañana se ha postulado como el único piloto sobre la Tierra que merece el campeonato 2016. Y me choca porque me suena.
Comprendo a la gente de Red Bull, por ejemplo. Fomentar el fuego en los garajes del rival con un extra de benzol puede ofrecer golosos réditos a un equipo, el de Milton Keynes, que sólo sobresale cuando uno o los dos chicos de Brackley pierden terreno. Barcelona estuvo bien. El del instinto asesino perdió los nervios, se llevó puesto a quien le había robado la cartera en la salida, y regaló con el lance la victoria a Max Verstappen.
Comprendo también a la prensa british. Con lo del brexit, las islas andan necesitadas de estímulos y qué mejor acicate para seguir siendo distintos que la ocasión que brinda un conductor isleño y negro batiendo en su propio terreno a uno alemán y blanco en una escudería de matriz alemana gobernada por dos austriacos y un tipo alto y con bigote, que es teutón bien acuñado aunque nació en la turca Estambul.
Comprendo, evidentemente, que tiene tirón lo de emular a Sebastian Vettel en sus cuatro títulos mundiales porque a Alain Prost no lo emula ni la madre que lo parió. Acaso lo hará Fernando, pero esa es otra historia.
Pero me choca dónde queda el mejor eslogan de la historia del automovilismo deportivo: despreciar al rival es despreciarse a uno mismo...
Digo yo —puesto que es viernes noche, García Bragado ha pisado Brasil y Rafa ha pasado a finales y las chicas de la delegación española en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 están cosechando más medallas de oro que los varones que tanto le gustan al diario Marca—, si no sería mejor dejarse de tanto instinto asesino, tanto depredador y tanto hammertime, para circunscribir las anotaciones y las puyitas, a que Nico lo está haciendo de puta madre protegiendo la mecánica de su coche, cediendo donde resultaba inevitable, porque las unidades de potencia acabarán matando a Lewis y él podrá sacar ventaja más adelante.
Quedan nueve carreras hasta que termine todo en Abu Dhabi. Como de Melbourne a Spielberg, para que nos hagamos una idea. Y me choca que nadie haya caído en la cuenta de que si damos a Rosberg el valor que le corresponde, si hay suerte y tal, Hamilton quedaría de cine venciendo a un digno rival en vez de conseguir su cuarto título aplastando la piltrafilla que nos están dibujando el paddock, la prensa, y los abundantes juntaletras creadores de contenidos de nuestro puto país.
Escribo a estas horas sin ánimo de lucro, simplemente por joder un poco, y también porque sería tremendamente chocante que Nico ganase el Mundial de 2016 venciendo a un asesino... ¡No me jodas!
Os leo.
Seamos justos. Hamilton está claramente por encima de Rosberg, y de prácticamente toda la parrilla de la F1, quizás contra un par estaría apretadísimo pero ya. Si no pasa nada raro con la fiabilidad será tetracampeón en unos meses.
ResponderEliminarBuenas madrugadas, Anónimo ;)
ResponderEliminarEl lenguaje nos delata, amigo. ¿Dónde ves la injusticia?, y ¿dónde la claridad? En 12 carreras sólo supera a Nico por 19 puntos.
Yo diría que Lewis está gozando de un buen momento. Admitirlo me parece lo más justo.
Un abrazote
Jose
Si, un buen momento que se alarga ya desde 2013, desde que son compañeros de equipo vaya.
ResponderEliminarHamilton es como Vettel o Alonso, puede haber momentos en los que sus compañeros le superen; pero al final siempre terminan más alto en la tabla de puntuación, que es donde cuenta.
ResponderEliminarBuenas tardes, Anónimo ;)
ResponderEliminarHombre, si nos ponemos así XDDD
Un abrazote
Jose