Y Daniil nos dio, y bien dados [SafetyCast 179]

Todo iba bien hasta que Antonio anunciaba que el SafetyCast 179 del lunes pasado no había sido grabado, y por tanto, que quienes no pudieron escucharlo en directo se quedaban a dos velas, que se dice.

Y uno lo comprende, qué queréis que os diga: tanto hablar de que Vettel había intentado ponerse un supositorio en Sochi con la ayuda de Kvyat, y a lo peor nos pasamos de la raya o el ruso le tomó gusto o yo qué sé, total, que nos íbamos a estrellar contra las protecciones profiriendo: Honestly, what the [piiiiiii] are we doing here?

No contemplamos la posibilidad de que Sebastian nos hubiera aojado porque no consta que se presentara ante Jordi para pedirle explicaciones como hiciera con Christian Horner. Bueno, aunque lo hubiese intentado tampoco habría podido, nuestro Amado Líder está atravesando una de esas turbias etapas que sólo atraviesan los amados líderes y es obvio que lo único que cabe hacer es entenderlo. Llegaba tarde al programa, es cierto, pero porque sus altas responsabilidades así lo impusieron. Lo abría Charly, y con apenas un par de minutos de retraso sobre el horario previsto, saltábamos al aire.

Lo que desconocíamos todos en ese instante es que habíamos saltado sin paracaídas, que estábamos haciendo puenting sin cuerda...

Roberto, Marietta, Leonor y su constipado, María Londres en modo psicofonía, Antonio y La Becaria, nos metimos en faena con inusitada facilidad porque los lunes a las ocho y media de la tarde, todo resulta fácil en el SafetyCast. Charly repartía cartas con su habilidad habitual. Hablamos de Vettel, de Kvyat, de supositorios, de Rosberg, de Hamilton, de Mercedes, de Ferrari, de Red Bull, de Arrivabene, de Marchionne, de Whiting, de Sáinz y Palmer... Una cosa llevaba a la otra y nadie preguntó si estábamos grabando —¡para qué coño queríamos saberlo?—.

Y entró Jordi en antena, y si el SafetyCast parece una jaula de grillos cuando él lleva la batuta, imaginaros lo que pasó con nuestro Amado Líder y Charly Barazal compartiendo dirección. 

Pues eso, que volvimos a hablar de lo mismo pero pisándonos unos a otros, y entonces se aludió al satánico, gallego y corrupto Joserra (Lorenzo), alabando cómo lo había clavado bautizando hacendado a Sebastian, y el director de GPCast nos puso una cuña en la que se podía escuchar a Carlos Miquel refiriéndose al tetracampeón del mundo en idénticos términos durante la retransmisión del domingo... Y en esto que sale Fernando a la palestra y casi cantamos el Asturias patria querida por los 8 puntitos conseguidos en Sochi...

¡Buah! ¡La cosa no podía pintar mejor...!

Nos dieron las diez menos diez y porque Charly tenía obligaciones que atender, que si no, nos habría pasado como a Joaquín Sabina: que le dieron las diez y las once, y las doce y la una y las dos...

Pero ayer amanecíamos en el hospital, qué os voy a contar —La Becaria es el que se está comiendo el plátano en la imagen de entrada, el de al lado es Roberto—. Es lo que tiene no ser consciente de que hay que revisar el material antes de saltar del puente, pues puedes llevar a Daniil a la espalda sin que te hayas enterado y acabar agradeciendo que el programa perdido fuese el 179 y no el 175, con lo feo que rima.

Os leo.