La batalla del hielo

Es una verdadera lástima que a estas horas del lunes, tempranas, por cierto, el moderno ferrarismo no haya encontrado todavía dónde apoyarse para lanzar cohetes, y eso que el SF15-T número 7 firmó una maravillosa carrera sobre el trazado de Sakhir, permitiendo a su piloto Kimi Raikkonen, auparse al segundo cajón del podio tras haber arrancado en cuarta posición.

No hay mofas sobre Fernando Alonso y las redes duermen intentando olvidar la resaca. El mundo es hoy un poquito diferente quizá porque Iceman buscaba la renovación y divertirse un poco, mientras que una parte de Maranello busca cómo quitárselo de encima, no sea que siga destruyendo sus sueños.

Arrivabene no nos dijo que Sebastian es un tipo sensible. Se limitó a pedir que no se le criticara mientras la afición ensalza valores como la humildad a la vez que lleva en sus avatares a tipos egoístas como Michael Schumacher, el Gran Caimán, o recuerda a Senna, un auténtico depredador sobre la pista. Tal vez esto ya no es lo que era, o simplemente, todo se deba a que en realidad existen dos Ferrari, como trataba de refutar anteayer...

En fin, ahora tengo más claro que nunca que de no haber sido porque Charlie Whiting cerrara el podio de China a falta de dos vueltas, sacando a pasear a Maylander y su Mercedes-Benz, posiblemente Kimi habría sumado hace unas horas su segundo podio consecutivo en Bahrein.

No me pidáis estadísticas ni datos. Veo las carreras sin interferencias. Las disfruto mejor dejándome llevar por el espectáculo y las vibraciones que destila cada máquina y cada piloto. Y así me va, que diría aquél.

Pero a lo que iba, que me distraigo. En el emirato árabe, Ferrari hizo gala de su buen tino apostando por estrenar unidad de potencia en sus dos vehículos y seguramente, también acertó Mercedes AMG estirando la vida útil de las unidades que vieron la luz en Melbourne. El podio fue elocuente. A pesar de los problemas que aquejaron a los frenos de los W06 en los últimos compases de la prueba, los chicos de Brackley supieron aguantar y aunque con diferente suerte, rubricar que aún en fase de supuesta debilidad, la anglo-germana sigue llevando la batuta.

Bien por Lewis y sobresaliente a Nico, pero si hay que darle la matrícula de honor a alguien, ese alguien es sin duda Kimi Raikkonen, Iceman, el sensible en la de Il Cavallino. Un tipo egoísta sobre el asfalto, que ayer tarde fue el auténtico triunfador de la batalla del hielo que se celebró en el desierto de un lugar llamado Bahrein.

Os leo.