jueves, 12 de marzo de 2015

Desastres naturales


Dicen que en lo más apretado de las crisis económicas, existe un estupendo caldo de cultivo para que triunfen las alternativas de ocio que apuestan por el terror, lo sobrenatural o los desastres naturales, o todo ello junto y a la vez.

Desgraciadamente las tertulias políticas no se encuentran en este catálogo de éxitos cantados que desde la televisión, mayormente, nos entretienen cuando el dinero no alcanza para llegar a fin de mes, que bien podrían hacerlo, compitiendo incluso con alguna que otra serie de vampiros o criaturas de la noche. Pero en líneas generales y como vengo diciendo, esto es asín, que diría aquél, desde que el ser humano se encontró quién sabe si por casualidad, con que no había mejor manera de mitigar el miedo propio que sufriendo otro ajeno, aunque fuese de forma vicaria.

Dejémoslo en que nos gusta sufrir y que en lo nuestro, la escudería que mejor ha entendido este aspecto es Ferrari.

Así las cosas, si el año pasado, recién terminado el Gran Premio de Australia, escribía sobre la pobre actitud mostrada por Maranello en Melbourne [Ferrari: a spacetime odyssey], apenas 12 meses más tarde, toca ir preparándose para un inicio de temporada si no similar, sí bastante parecido.

Siempre puedo equivocarme, obviamente, pero en principio, me pone los pelos como escarpias que la italiana haya anunciado hace nada, que el motor usado en los segundos y terceros entrenamientos de pretemporada no será con el que La Scuderia se estrene en el Mundial, con lo cual, en Albert Park y trazados siguientes hasta Barcelona (eso han dicho), el SF15-T contará con algunos caballos menos.

Contar con algunos caballos menos supone lastrar las prestaciones aerodinámicas, y si me parece incluso razonable que Ferrari sacara pecho en Montmeló con un motor que por lo visto, no está todavía preparado para asumir la normativa y sus consecuencias, no me lo parece tanto que la apuesta rossa para 2015 comience como la de 2014: rotundamente coja.

Montezemolo prometió que para el Gran Premio de Canadá del año pasado, Ferrari dispondría de un cacharro para defenderse que nunca llegó. Con Luca fuera de juego y la fábrica puesta patas arriba, Marchionne y Arribavene parecen incapaces de cambiar de discurso aunque suenen algo más sexys.

Habrá que esperar a esos refuerzos porque no queda otra, pero no me digáis que el asunto no sigue oliendo a desastre natural o a película de zombies, ya que no es lo mismo tratar de ganar dos carreras apuntando al podio, que hacerlo abonándose de manera autocomplaciente a seguir peleando por detrás de todos los coches que llevan UP Mercedes-Benz y alguno con UP Renault, que también se puede escapar.

Pero seguro que me equivoco. Os leo.

4 comentarios:

  1. Antes el humo era gris,o blanco o negro. Desde hace unos años el humo es rosso. Y lo venden muy bien en esta crédula sociedad sectaria.
    Saludos!

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  2. Por lo menos el coche es más bonito... xD

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  3. Algunos sugirieron en su momento que en los test de pretemporada no se estaban controlando consumos instantáneos de combustible entre otras cosas. Me temo que tanto Sauber como Ferrari han estado vendiendo la burra. Veremos si alguno mas también.
    Un saludo.
    Álvaro.

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  4. Bien cierto, y para más INRI encima parece que toda esta gente viene con complejo de Adán... ;)

    ¡Saludos!

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