Red Bull RB11

No lleva intermitentes ni luces de posición, lo que sin duda complicará la cosa de que sus rivales puedan divisarlo en carrera como Red Bull mantenga la psicodélica decoración de su RB11. 

En todo caso, nos han jurado que nadie del equipo de mercadotecnia y comunicación de la austriaca había tomado alucinógenos a la hora de planificar tan chocante librea, lo que nos pone en que con la salida de Sebastian Vettel del equipo, resulte incluso lógico pensar que la de las bebidas energéticas haya cogido el toro por los cuernos de eso que llaman conseguir hype como sea, estrenando su monoplaza para 2015 con la clara intención de que se escribiera de él como fuese. Que por si quedaban dudas, así ha sido.

Tal y como mencionaba el otro día, también podría ser que el RB11 tratase de aparentar con tan abigarrado camuflaje, que no se parece a los coches de Brackley. Y es que la adopción de una nose tremendamente similar a la usada el año pasado en el W05 de Mercedes AMG (incluso en su anchura inicial y anclaje sobre la parte posterior del alerón delantero), marca la línea maestra del morro, que se estructura en joroba y con el vértice superior ligeramente más alto que en el RB10.

Si el W05 me parecía mazacote no voy a desdecirme con el RB11. Sí, me parece poco finolis para lo que nos tiene acostumbrados Adrian Newey, qué le vamos a hacer, aunque tras dejarme los ojos intentando desentrañar todas sus cosillas, cabe decir que el mago de Milton Keynes ha apostado esta vez por abrir espacio alrededor del fondo plano, elevando los volúmenes de los pontones.

De forma y manera que parecen muy bien entallados abajo aunque arriba, se distinguen por una curva muy suave que encaja con el cubrecapot, dando alojamiento a las supensiones traseras antes de derramar el calor que sale del interior del vehículo, sobre un difusor que por lo generoso del espacio que queda libre en sus inmediaciones, se presupone que va a estar muy bien alimentado de aire.

La sensación que tengo al ver el RB11 es que por un lado se ha intentado evitar la asfixia de los componentes internos para impedir que exista sobrecalentamiento y la UP Renault se resienta, y por otro, dotarlo de una menor exigencia aerodinámica por aquello de que este año las ruedas se prometen algo más blanditas. Parece ligeramente más voluminoso que el RB10 y no solo en lo que corresponde a la parte anterior, pero como las aberturas de ventilación situadas en los pontones son de mediano tamaño, así como el snorkel parece también de dimensiones contenidas, me ha dado por pensar en si no será que Newey ha hecho esta vez su obra maestra aerodinámica en el interior del coche y no fuera, como tenía por costumbre.

No me extiendo. A falta de saber si Manor consigue poner lo que queda de Marussia en Melbourne, el RB11 es el último monoplaza de la parrilla y puesto que la unidad de potencia de Renault da la sensación de haber superado sus problemas de juventud, me aventuro a decir que puede resultar un buen bicho en manos de Ricciardo y Kvyat.

Os leo.