Han comenzado las pruebas de pretemporada en Jerez de la Frontera y se me ha ido la pinza durmiendo, de manera que mientras la parrilla se pone las pilas y las diferentes escuderías ajustan las unidades de potencia a los respectivos chasis, ponen estos en orden de revista, ven que cada tornillo y cada borne esté en su sitio y se comprueba con pulcritud y delicadeza que cada componente haga lo que tiene previsto hacer, voy a continuar con la revisión de los coches que ya se han presentado, mientras me repongo del susto de ver cómo Brackley ha prestado un W05 a Milton Keynes para estos primeros kilómetros y que esta, muy cuca ella, le ha puesto la decoración más piscodélica que tenía a mano para evitar que hiciésemos comparaciones y nos diéramos cuenta.
Fuera de bromas, los primeros días de test son bastante tediosos y conviene tomárselos tal cual vienen. El 90% de lo realmente importante sucede dentro de los garajes y alejado de la vista de los aficionados y la FIA practicamente no interviene, lo que supone que cada equipo puede hacer de su capa un sayo incluso utilizando elementos y soluciones que serían ilegales durante el campeonato. La cosa va de hacer que todo funcione, no de empezar a batir récords aunque con total seguridad, el próximo miércoles, última jornada de trabajo en el circuito gaditano, ya dispondremos de un escenario más diáfano que nos permitirá comenzar a sacar conclusiones.
Y ya en harina. Comento todo esto en un preliminar quizás demasiado extenso, porque el protagonista de esta entrada es una absoluta novedad, la única de la parrilla 2015 para ser exactos, lo que nos pone en que desconociendo las prestaciones reales de la unidad de potencia de Honda, la opinión sobre el ejercicio aerodinámico que ha realizado McLaren estará siempre cogida por alfileres.
Todo el MP4/30 parece estar enfocado a optimizar esta área hipotética que llevo días denominando como todo abajo
—a ver si saco un ratito y trato de explicar en una entrada que con la
normativa empeñada en evitar la importancia de la aerodinámica, incluso
con el tubo de escape dispuesto a buena altura del suelo, es lógico y racional que
los ingenieros hayan puesto toda la carne en el asador precisamente en
enfatizar las bondades del fondo plano y sus aledaños—.
Y en fin, como decía al comienzo, a falta de saber qué tal va el propulsor Honda, el McLaren de este año bien se podría decir que sobre el papel, funcionaría correctamente con una unidad de potencia Mercedes-Benz. Buena noticia en todo caso, porque de eso se trata precisamente, de pillar a los chicos de Brackley.
Os leo.
Dicho lo cual y haciendo caso de los que mantienen que el propulsor japonés está a la altura de la UP de Mercedes-Benz y por encima de las de Renault y Ferrari, cabe decir que el MP4/30 parece muy bien enfocado.
El rake (inclinación del suelo del trasto con respecto al asfalto) es agudo y mantiene las constantes que ya utilizó el MP4/29 de 2014 que como es de sobra conocido, iba propulsado por la PU106A de Stuttgart. En este orden de cosas, el monoplaza abandona la suave pendiente en el morro que ha sido tradicional de los últimos modelos salidos de Woking y a cambio, adopta la joroba a la que ya nos hemos acostumbrado en otros vehículos de la competencia, de cuya cima parte una nose en forma de tabla de planchar que sobresale por delante de la arista frontal del alerón anterior.
Rompiendo el aire de forma tan adelantada, el trabajo aerodinámico de la parte inicial del coche se insinúa supeditada a que el grueso de la labor la realicen unos pontones en apariencia cortos y bien tallados en su zona inferior, que se funden a su terminación con la carcasa del cubrecapot con una salida de calor bastante atrasada.
El rake (inclinación del suelo del trasto con respecto al asfalto) es agudo y mantiene las constantes que ya utilizó el MP4/29 de 2014 que como es de sobra conocido, iba propulsado por la PU106A de Stuttgart. En este orden de cosas, el monoplaza abandona la suave pendiente en el morro que ha sido tradicional de los últimos modelos salidos de Woking y a cambio, adopta la joroba a la que ya nos hemos acostumbrado en otros vehículos de la competencia, de cuya cima parte una nose en forma de tabla de planchar que sobresale por delante de la arista frontal del alerón anterior.
Rompiendo el aire de forma tan adelantada, el trabajo aerodinámico de la parte inicial del coche se insinúa supeditada a que el grueso de la labor la realicen unos pontones en apariencia cortos y bien tallados en su zona inferior, que se funden a su terminación con la carcasa del cubrecapot con una salida de calor bastante atrasada.
Y en fin, como decía al comienzo, a falta de saber qué tal va el propulsor Honda, el McLaren de este año bien se podría decir que sobre el papel, funcionaría correctamente con una unidad de potencia Mercedes-Benz. Buena noticia en todo caso, porque de eso se trata precisamente, de pillar a los chicos de Brackley.
Os leo.
Este también es un monstruo, pero en potencia (con doble intención).
ResponderEliminar"Soy un bello monstruo que comparte sus secretos con el viento."
Francis Picabia
La estrategia de la cebra, sí... Lo primero en que pensé cuando vi esas franjas. Esconder algún desarrollo aerodinámico. O simplemente trolear al apuntador de novedades ajenas que estuviera de turno.
ResponderEliminarDiseño radical, dijo el Leónidas de Asturias. Que haya suerte, y que les llegue el tiempo para poner en pista una montura decente...
Lo cierto es que los colores oscuros se han puesto de moda entre varios equipos. Quizá sea para aprovechar el calor, quizá para dificultar la observación de los rivales... lo cierto es que este Mclaren parece un simple homenaje a la furgoneta del Equipo A.
ResponderEliminarUn saludo
Sr. Polyphenol