La explicación que ha dado Mercedes AMG al «volante affaire» sufrido por Nico Rosberg en Marina Bay, amén de no estar a la altura de lo que el aficionado medio espera de una escudería que maneja montones de tela en crear sus máquinas, deja un sabor a X-file que nos retrotrae a aquella lejana etapa de 2007 en la que los expertos juraban por su bendita madre, que era complicadísimo sabotear a un piloto porque en Fórmula 1 y a pesar de sus dificultades inherentes, todo está medido y calibrado hasta el último milímetro o microgramo.
En este orden de cosas, que se cayera un plafón la noche anterior a la calificación sobre un vehículo que vale una pasta, no dejaba de ser un accidente casero que le puede suceder a cualquiera, lo mismo que ocurría con las mantas térmicas que calentaban demasiado o directamente no hacían su trabajo, ya que lo realmente serio siempre transcurría entre conceptos tan exportables como polvillos blancos (causa del despido de Nigel Stepney); fotocopias con tifoso en el mostrador dispuesto a llamar a Maranello (detonante de que la FIA descubriera que McLaren copiaba a Ferrari); o denuncias de un padre de piloto mosqueado que movían a la federación a entrar a saco y de oficio, a investigar las cosas ocurridas en un Gran Premio para sancionar al cabronzuelo de la película, sacándose de la manga la penalización (¡Hungría. Ay Hungría, qué bien lo pasamos!).
Quizás sea que todo esto forma parte de la cara más vulgarota de un deporte que se autoproclama como la máxima disciplina del automovilismo deportivo. Pero no me digáis que no resulta chusco de narices que vayamos por la segunda década del siglo XXI y las cosas importantes de nuestro entretenimiento sigan careciendo de explicación y se queden ahí, sin que nadie las meta mano.
Que podrían no tenerla, entendedme. Explicarlo todo es harto complejo, si lo sabré yo, pero con el dineral que hay en juego, con un tipo perdiendo el liderato de la calificación por una bagatela de este pelo, lo menos que esperas de su equipo es que resuelva el asunto informando que todo ha sido debido a la presencia de una sustancia extraña...
¿Sustancia extraña? ¿Roscoe marcando el territorio de Lewis en el habitáculo de Rosberg? ¿Restos del champú de Nico; del lubricante que utilizó algún integrante de la plantilla con su pareja en una noche loca, loca, loca...?
Sustancia extraña lo dice todo pero tampoco es que explique nada, de manera que en vez de aclarar las cosas abre un abanico de posibilidades que los aficionados han explotado hasta la extenuación en sus charlas interneteras. ¿Qué hacía Roscoe vagabundeando a esas horas? ¿Por qué Nico no se había lavado el cabello con la suficiente antelación? ¿Quién fue el marranín que no previó lo que podía suceder por hacer cochinadas tan lejos del hotel? ¿Dónde estaba la seguridad del parque cerrado? ¿Fue el segurata quien marcó el territorio de Hamilton en el coche de Rosberg; fue él quien se lavó el pelo; fue a él a quien le entró el calentón...?
Es lo que tiene recurrir a querer quitar importancia a circunstancias que ha cargado previamente el diablo, que más que respuestas, lo que tenemos después de las explicaciones oficiales es una catarata de nuevas preguntas que quedarán sin contestar y así, hasta el infinito y más allá.
Os leo.
Os leo.
Jaja. Muy bueno. No sé qué sustqncia era esa, pero lo que está claro es que cuando papi Hamilton trastea por los boxes pasan cosas raras.
ResponderEliminar¡Jajajajaja!
ResponderEliminar¡Aquí no dice nadie la verdad ni al médico!
Pudo ser una sustancia de las que se usan para preservar y mantener los componentes, pero muy bien pudo ser cualquier otro tipo de avería, o error o malfuncionamiento que a AMG-Mercedes no interesa que se sepa. Y no tanto por nosotros, como por no dar pistas a sus rivales.
A veces pienso que hay mucho más oscurantismo que certezas en la F1
Un besote
Se me ha olvidado contaros aquello de...
ResponderEliminar¿Sabes aquél que diú que una viuda le pregunta al médico, de qué ha muerto mi marido...?
(Calada, calada) De una sustancia extraña...
XDDD
Héctor, Concha ;)
Jose
Pues a mí me ha venido a la mente Miguel Gila, y su sketch sobre Jack el Destripador, y me he imaginado a Nico, paseando por el box de Lewis, mirando de reojo y diciendo:
ResponderEliminarAquí alguien ha echado una sustancia extraña en el volante de alguien!
Saludos
A mí me ha encantado la foto... ;-)
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