A seis metros de profundidad

Vistas desde el espacio, un suponer, la salida de la curva número 9 del circuito de Suzuka y la entrada a la 15 ocupan el mismo lugar geográfico aunque en realidad, se encuentren separadas por unos seis metros de distancia, vertical, eso sí.

El truco, que lo hay, pasa por entender que el trazado japonés hace un «8» como los del scalextric que apenas nos cabía en la cocina de casa, cuya cuerda se solapa precisamente en la zona que comentábamos en el párrafo anterior. De forma que la recta que une la curvas 9 y 10 discurre literalmente por debajo del firme que antecede a la número 15, piso que cabalga obviamente, sobre la correspondiente albarda del puente.

Como suele ser habitual en la semana de Gran Premio, hoy ha surgido abundante material relativo a la prueba que se celebrará el próximo domingo en Japón y he procurado ponerme al día como buenamente he podido eso sí, sin hallar rastro ni referencia a una coincidencia que seguramente Michael Schumacher y Fernando Alonso no olvidarán jamás, porque durante dos años consecutivos, exactamente en las mismas coordenadas, el asturiano adelanta al de Kerpen como quien dice, en el mismo sitio.

No es una cosa que aparezca en las estadísticas ni nada por el estilo, pero en 2005, con el título en el bolsillo, Fernando daba caza y superaba a Michael precisamente en la parte superior del puente del trazado nipón, para acometer a renglón seguido uno de los adelantamientos más electrizantes de todos los tiempos: tomar la 130R (así se llama la 15 de Suzuka), a toda pastilla y desde el exterior.

Y en la temporada siguiente, en 2006, con el F248 F1 del alemán herido de muerte, el asturiano adelantaba a Schumacher precisamente, repito, en el vano del mismo puente, bajo su sombra, en el punto geográfico exacto porque el arriba y el abajo de un lugar visto desde una posición totalmente perpendicular al globo terráqueo, no tienen distingos salvo que medien cotas.

A seis metros de profundidad con casi un año de diferencia. Ahí lo dejo.

Os leo.