lunes, 22 de septiembre de 2014

Inception [Monza]


Ahora que suena tanto la palabra verdad en este minúsculo asentamiento rebelde, confieso que he sentido la tentación de referirme al Gran Premio de Italia bajo el paraguas de la película A Few Good Men (Algunos hombres buenos), siquiera por poder preguntar aquello de ¿ordenó usted el código rojo? y escuchar como contestación: ¡Tú no puedes encajar la verdad! Vivimos en un mundo que tiene muros, y esos muros han de estar vigilados por hombres armados...

En todo caso, ya utilicé hace tiempo la famosa escena entre el teniente Kaffee y el coronel Jessep y como no es cuestión de repetirme ni de hacer caso omiso a J-Car, cuando me recordaba hace unas entradas que había mencionado a la bruja Lola y de tal resultó que parecía que la había invocado, he escogido Inception (Origen) para enmarcar el baño en agua helada que sufrimos los tifosi en casa, ya que en el fondo, en Monza también moría un poco más aún nuestra ingenuidad como aficionados.

Hamilton había conseguido la pole el sábado anterior, pero por esas cosas que tiene el deporte, en la misma arrancada perdía buena parte de sus posibilidades de alcanzar a Rosberg en el campeonato, al sufrir su W05 un mal de amores pasajero que le llevaba a encontrarse en zona de nadie mientras el tipo que le sacaba por aquel entonces 29 puntos, corría veloz hacia la victoria para endosarle unos cuantos más.

Ricciardo tampoco lo pasaba mejor. Saliendo nono, navegaba en las primeras vueltas en la duodécima posición mientras que Vettel se mantenía en la misma plaza desde la que había partido —quinta, para ser exactos—, pero quien realmente se estaba encontrando en su salsa era mi Felipe, piloto que entre unas cosas y otras, lideraría el pelotón de los que no llevaban bajo el culo plataformas Mercedes AMG, al menos durante diez giros más.

Pero en esto que alrededor de la vuelta 9 a Nico le da un yu-yu y dicen que se pasa de frenada e insinúan que comete el error de principiante por exceso de presión, total, que en el suceso cede buena parte de su ventaja y claro está, Lewis, que ya se había deshecho de Magnussen, se pulía a Massa y comenzaba a apretar para pillarle cuando tan solo estaba a 2 segundos de distancia.

Dicho lo cual, en un trazado como Monza, que por algo es el más rápido del Mundial, las cosas sucedían vertiginosamente y además, con una elección bastante pacata de compuestos, nadie en su sano juicio apostaba a que la estrategia a una parada sirviese para algo, con lo que la cosa empezaba a estar demasiado clara desde el giro 17. 

Así las cosas, se hacía imprescindible un regalo para trastocar el orden natural de las cosas, y este llegaba en el giro 28 cuando el F14-T de Fernando decía basta, y por partida doble cuando Rosberg, una vuelta después, volvía a repetir incomprensible error para ceder la cabeza de la carrera al agraviado Lewis de Spa, y en toda lógica, el interés se trasladaba unas posiciones más atrás, lugar donde Felipe Massa luchaba a brazo partido con sus gayumbos de la suerte por alcanzar el podio, que lo conseguiría, seguido por Valtteri Bottas y un Sebastian Vettel que estaba pagando demasiado caro haber parado a cambiar de gomas con demasiada antelación.

Inception, vivir sueños dentro de sueños para trastocar la realidad sin una maldita peonza a la que agarrarse. Así era el Gran Premio de Italia hace tres semanas en la versión director's cut de Christopher Nolan. Vencía Hamilton con Rosberg a la estela de su vehículo. Mi Felipe conseguía el tercer puesto y Bottas hacía cuarto. Daniel se comía a Sebastian y luego llegaban Magnussen, Pérez y Button, con Kimi rebañando el miserable punto que da la posición diez, insuficiente a todas luces para mitigar el dolor que produjo ver doblar la rodilla de Ferrari en Monza.

Os leo.

2 comentarios:

  1. Aparte de la pifia dudosa de Rosberg, que ya hemos comentado, tiene su "gracia" ver naufragar a Ferrari con abandono, para más "inri" de Alonso, y Felipe Massa luciendo podio ! Y nada menos que en Monza!!
    Muy fríos sí, congelados.
    Un besote

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  2. Buenos días, Concha ;)

    Lo de Felipe tuvo que matar a Montezemolo, fue la guinda de la tarta helada para La Scuderia XDDD

    Un besote

    Jose

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