Luca, ¡vete ya!

Ser incompetente no es estrictamente malo, lo malo es rodearse de inútiles y pretender salvar el pellejo cuando el barco hace agua y nadie, repito, nadie, va a mover un dedo por taparte el culo bien porque no puede o lo que es peor, porque no sabe.

La Fórmula 1 es un lugar cruel como pocos y si me apasiona es porque tarde o temprano todos nos retratamos en ella. Así, hay quien queda deslumbrado por los oropeles y rinde culto a las figuras prominentes, portándose a renglón seguido como un mierda con quienes considera inferiores, y hay quien como yo, que no bajará la cabeza así lo maten con tal de tratar de acabar el puzzle.

En el fondo es una cuestión de miedos: quien teme que sus ídolos caigan mancillados porque se quedaría sin nada —nuestro troll, por ejemplo—, y quien prefiere asumir que del infierno siempre se sale manchado por el humo y las cenizas...

Y el caso es que don Leo Turrini, ese enfisema pulmonar que proclamando amar a Ferrari no va a dejar títere con cabeza en la italiana; tratando de salvar la cabeza del coronel Domenicali, su amigo, mientras intenta afianzar la idea entre los tifossi de que Fernando sobra en La Scuderia, está haciendo más por la caída de Maranello que toda la vettelada junta, ya que si tan solo el 10% de lo que dice en su blog Luca Marmorini es cierto, juntándolo al otro 10% estimable de lo que hace poco dijera Aldo Costa, todas las señales de la carretera apuntan directamente no al seminarista cuya imagen adorna esta entrada, sino a quien desde 2008 le ha otorgado su plena confianza.

Desconozco las razones últimas del calentón de Turrini pero admito que llevan mala derrota, y es que Stefano me ha parecido un buen hombre que ha hecho lo que ha podido y a quien se le ha reconocido bien poco de lo mucho que ha construido en Maranello, pero al que siempre le ha sobrado jefe, esa figura que siendo responsable de todo, al final intenta irse escabullirse como si nada de lo que sucede en la actualidad fuese con él.

Si viviera Il Draco, Il Commendatore, el hombre que abandonó las carreras al volante por amor tras haber entendido al escurridizo Tazio, de quien ayer recordábamos su pérdida hace 26 años, esta noche Luca dormiría con la cabeza de un caballo entre las sábanas...

¡Vete ya, Luca!, ¡vete de una puñetera vez con tu idea de famiglia y tus hombres de la casa! Evapórate porque nos estás haciendo daño y si es posible, llévate contigo a esa turba de impresentables que diciendo respetar como nadie a La Scuderia, no hacen otra cosa que enmierdarla con sus bobadas rimbombantes y huecas. Ferrari es victoria o intento de victoria, actitud, nada que ver en todo caso con esta secuencia de insustancialidades que adornan su historia desde que dijiste que tenías un botón que no usas jamás.

Y si decides quedarte, aprende de una vez por todas que esto es una guerra y tienes la obligación de cerrar la boca de tus errores, llevándolos al paredón al amanecer o asesinándolos por la espalda en su misma celda. No hay cuartel, colega, entiéndelo o deja el puesto a alguien que lo comprenda porque ser incompetente no es estrictamente malo, lo malo es tener al mejor piloto de la parrilla en nómina y no haberle dado un miserable título en cinco años.

Os leo.