Por cosas que sigo sin entender del todo, cuando bebo un vermut Martini rosso seco y frío, en mi cabeza suena la canción A Man Called Adam en su versión Yachts
(Coco Steel & Love Bomb) que fue utilizada en un anuncio
publicitario de Freixenet Cordón Negro hace ya unos años, y que no os
sorprenda a vosotros, porque hasta donde alcanzo, me consta que no soy
el único al que le pasa.
Desconociendo si el esfuerzo que hizo Freixenet con su cava tuvo como
consecuencia un aumento de ventas de Martini Rossi, que muy bien
podría ser pues este tipo de solapamiento de identidad supone un riesgo
en publicidad y los creativos ponen mucho celo en evitarlo, ahora que la
firma italiana parece que ha venido a patrocinar a Williams en 2014,
tal vez sea momento de mencionar también, que cuando bebo vermut y en mi
cabeza suena Yachts, mi memoria se recrea en el mundo del motor
de aquellos primeros años de los 70 del siglo pasado, concretamente en
el descomunal y bello Porsche 917K y en el delicado y hermoso BT44 de
Brabham, vehículos que se distinguieron sobre los circuitos
precisamente, bajo la vitola de Martini Racing.
Ayer, al conocer la noticia de su retorno
pensé inmediatamente en que Martini tuvo lo que tiene ahora Red Bull:
una imagen firmemente asociada al mundo de la competición, y no solo
gracias a los dos exponentes que he señalado más arriba, sino también a
míticas alianzas como las establecidas con Porsche en Resistencia y
Lancia en el Mundial de Rallyes, e incluso con los lazos que mantuvo con
el mundo de las lanchas rápidas que participaban en las pruebas Offshore y F1 náutica. Aunque pueda sonar raro, durante casi 20 años, ciertamente Martini fue sinónimo de riesgo, ruido y carreras.
Estrenada como patrocinador en F1 sobre los coches de la escudería
italiana Tecno, la historia duró apenas la temporada 1972 y unos meses
de la siguiente, arrojando en todo caso un saldo bastante pobre en
resultados. Tras su primer abandono, volvió en 1974 pero ya sobre los
monoplazas que la harían famosa en El Circo y ante los
aficionados, los Brabham de Ecclestone, equipo con el que colaboraría
hasta finales de 1977 y donde obtendría sus primeras victorias, para
desaparecer de nuevo y retornar en 1979 sobre la carrocería verde del
Lotus 80, en la que sería su última presencia en la máxima disciplina.
Aunque su paso por la Fórmula 1 puede parecer relativamente breve,
Martini supo rentabilizar su presencia en un escenario dominado por las
tabacaleras, sus chanchullos y sus potentes inversiones, aliándose con
una escudería que si bien no era la mejor del momento, sí era la que
ofrecía más garantías al mejor precio. Emergente, con Bernie Ecclestone a
los mandos, Gordon Murray en el tablero de diseño y Carlos Reutemann al
volante, Brabham estaba preparada para asustar a Ferrari, McLaren,
Lotus o Tyrrell, como así ocurrió con el BT44 propulsado por el
emblemático Cosworth DFV, monoplaza que en manos del piloto argentino
obtuvo en 1974 tres victorias, Sudáfrica, Austria y EE.UU., prueba esta
última en la que junto a su compañero José Carlos Pace (el brasileño
terminó segundo en Watkins Glen), le supondría a la británica el primer
doblete de su historia.
Más tarde llegarían los motores Alfa Romeo y el inmisericorde declive
que sufrió Brabham a partir de 1976, que concluyó felizmente con el
título mundial obtenido por Nelson Piquet en 1981 sobre el BT49 aunque
Martini Racing hacía tiempo que ya no estaba.
Sea como fuere, la italiana forma parte de la historia de la Fórmula 1
y aunque las negociaciones para su retorno sobre Williams se han
prolongado hasta el punto de haberse puesto en duda, ayer sabíamos que
los coches de Grove que conducirán Felipe Massa y Valtteri Bottas
definitivamente llevarán sus colores como patrocinador principal. Lo que
inevitablemente me lleva a pensar en qué demonios me pasará por la
cabeza cuando habiendo comenzado la temporada, como suelo hacer los
sábados y los domingos al mediodía, me tome mi Martini seco y frío
flotando entre las notas del anuncio de Freixenet y recordando la
delicada agresividad del BT44.
José, cómo está de mal el periodismo patrio.
ResponderEliminarhttp://www.marca.com/2014/02/14/motor/formula1/1392376536.html#comentarios
King Crimson
Para mí la marca Martini estará siempre inevitablemente unida a este magnífico anuncio.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=zxj95NRZ4Gs
King Crimson
Y qué me váis a contar de este otro, con el logo estropeando el paisaje...
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=rFECzt44gyc
...¿O este minifilm, pura Italia?...
https://www.youtube.com/watch?v=HtBFMD8o_2o
... entre tantos...
¿Para cuando un Ferrari-Martini?
Buon fine settimana a tutti
Charlize Theron y la Bellucci, a la mierda los Ferrari !!!!
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