domingo, 22 de diciembre de 2013

Un calzonazos y unas ruedas


Para desgracia de aquellos que creen todavía en la existencia de los Reyes Magos, Paul Hembery, el gañán que dirige la división de Pirelli para Fórmula 1, acaba de señalar a Red Bull como causante de los graves desastres en los que se ha visto envuelta su empresa durante esta temporada pasada.

¿La austriaca no tenía nada que ver con el golpe de estado sufrido a partir de Silverstone. El campeonato no había quedado gravemente dañado alrededor de esas fechas...? Pues se ve que sí, y no lo dice cualquiera, sino uno de sus principales protagonistas, que algo sabrá, digo yo.

Víctima de sus propias trampas, Hembery pone a Red Bull bajo el foco de las culpas. La hace responsable, vamos, del follón organizado a cuenta de que las gomas de la italiana no valían ni para tacos de escopeta de feria pero han servido al fin para coronar por cuarta vez consecutiva a Sebastian Vettel. Llega a destiempo, desde luego. Habría bastado en el momento adecuado que el mismo Hembery que acusa se hubiera posicionado férreamente en favor de eso en lo que dice creer para que le creyéramos a él ahora, pero pasado el instante preciso en que se habría agradecido un miserable gesto, sus palabras, a las de Paul me refiero, valen lo que un verso entonado al filo de un acantilado: algo que se lleva el viento.

Hoy es el día en que Red Bull, la fabricante de latas e iconos, se ha calzado cuatro campeonatos de constructores y otros tantos de pilotos, ahí es nada. Cuatro años uno tras otro, en los que los sufridores del asunto hemos sido acusados de conspiranoicos cuando no de traidores, total, por dudar de que la Fórmula 1 no viniera a ser cosa de demasiados pocos, Red Bull, pongamos por caso. Y hete aquí que la cabeza visible del proveedor único de neumáticos en un momento de lucidez, quiero pensarlo, apunta con el dedo a eso a lo que los descreídos del tinglado hemos señalado tanto: a la presión que ha permitido a la de Mateschitz auparse entre los grandes a pesar de ser relativamente bisoña en todo esto.

Bien mirado, las palabras de Hembery suponen el magnífico colofón a una temporada para el olvido. Vettel ha triunfado, Red Bull también, pero quien se lo ha permitido jodiendo a media parrilla ha decidido poner los puntos sobre las íes ahora por impedir verse salpicada por sus pecados el año que viene.

Y es que la imagen es importante y resulta un valor intangible, frágil y vulnerable a la vez, que se viene abajo a las primeras de cambio si te juntas con aquellas malas compañías a las que aludía mi abuela en las tardes de pan y chocolate, y repaso. Pirelli ha pecado, es lo que nos ha venido a decir Paul Hembery, y pide perdón tarde o a destiempo, que tanto da. En todo caso, yo os pido generosidad y clemencia para un calzonazos que en primavera se habría merecido la horca por cobarde. Es Navidad, es lo que tienen estas cosas. Dejémoslo estar y pasemos página, entre otras circunstancias porque Pirelli va a seguir fomando parte del cotarro en 2014 y más allá. El año que viene, si acaso y si la milanesa vuelve a pecar, ya habrá tiempo para volver a perdonarla por sus excesos.

Os leo.

3 comentarios:

  1. Tienes toda la razón pero este Paul no es digno más que de presumir de cargo, según veo, a Fernando le atizó por poco, con Schumi no se atrevió y ahora que debería estar callado (por su bien) va y suelta eso, él ha dado la superioridad a Red Bull ¿de qué se queja ahora?, saludos

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  2. ¿¿¿Tarde y a destiempo??? ANTES de hacer la cacicada del cambio de neumáticos, Paul Hembery lo aviso, y pongo palabras textuales:

    "Es algo raro (la presiones que está recibiendo Pirelli), a menos que todos quieran que les demos neumáticos a Red Bull para ayudarles a ganar el Mundial, que eso es lo que parece. Creo que está bastante claro. Solo hay un equipo que se beneficiaría de un cambio, y es Red Bull."

    E incluso antes de eso, previo al GP de España (donde ya hubo la primera modificación respecto al tema neumáticos) ya había dicho: "Red Bull no puede esperar que diseñemos un neumático a su medida"

    Otra cosa es que una vez hechos los cambios, los defendió. Hasta ahora. Pero el que avisa...

    Se que hay que animar la espera hasta pretemporada, pero no desinformemos por favor.

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  3. Buenos días ;)

    Silvo :) Feliz Navidad ante todo, y la verdad es que mejor estaría calladito Hembery, llevas toda la razón ;)

    Anónimo ;) Feliz Navidad a ti también, dicho lo cual, «pedir perdón tarde o a destiempo» (frase completa) no es lo mismo que «avisar tarde o a destiempo». En todo caso, otra vez, antes de acusar de desinformar convendría que te pasaras por las etiquetas «Hembery», «Pirelli» o incluso «Neumáticos» de este mismo blog ;)

    Un abrazote

    Jose

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