Una vuelta de tuerca

El periodismo, que tanto se jacta de caminar sobre las aguas porque contrasta sus fuentes como las contrastamos nosotros, o sea, leyendo a los que se suponen que han contrastado a su vez sus manantiales, debería ser un poco más humilde y tirar de hemeroteca, porque allí, en los tiempos pasados, en su rastro para ser más exactos, suelen quedar flecos deshilvanados a la espera de que alguien, experto o lego, tire de ellos y explique lo que está sucediendo y no entiende nadie.

Esta mañana, por ejemplo, en una de mis pocas visitas como inexperto a Twiter, Rafa, otro aficionado inexperto con ganas de contribuir a nuestro acervo común para pesadilla de los periodistas fontaneros pata negra, me apostillaba la entrada de ayer [Sopas y sorber] afirmando que a una vuelta nunca ha sido bueno el F138, y que después del pucherazo de Pirelli, la cosa no ha ido sino a peor...

Incontestable, supremo. Más cierto no puede ser. 

Pero aquí ha entrado la proverbial memoria de los Isusi en consonancia con la terquedaz mítica de los Mendiola, esta última responsable de que por exceso de material con el que doblegar a los rivales, haya habido momentos durante esta temporada en los que he preferido callar por no saturar las líneas enemigas. Que te mueves, entendedme, y en nada te recuerdan el termo, o un amigo de toda la vida te vende la espalda porque pobre de ti, has perdido la chaveta.

En fin, iba diciendo que Rafa ha avivado en mi memoria uno de los activos más cachondos que he guardado en recámara. Como ya argumenté hace un año largo, las carreras se leían ya mejor en relación a la prueba del domingo que al respecto de la calificación del sábado. Pruebas evidentes de que no estaba muy errado las han supuesto a comienzos de esta misma temporada los equipos Lotus y Ferrari, a los que se sumaría Red Bull, sí, la de Milton Keynes, a partir de Malasia, aunque por muy breve tiempo, cabe decirlo, porque literalmente, el tiro de este modelo de experiencia les salió por la culata.

Dijo Helmut Marko antes de la cita malasia: «Lo que hemos aprendido es que no debemos centrarnos tanto en la calificación. Hay cosas más importantes que ser rápidos a una vuelta... como ser rápidos en la carrera completa. Eso es en lo que nos vamos a centrar más a partir de ahora.» Y a ello se aplicaron, y aunque Sebastian ganaría en Sepang porque Fernando arruinó su participación en la curva 3 de la primera vuelta y la Multi 21 iba a resultar papel mojado en los últimos compases de la prueba, en Shanghai el experimento resultaría un rotundo fracaso, ya que Vettel, calificando nono, sí, nono, acabaría terminando en cuarta posición.

La cosa de adecuarse a los nuevos tiempos, como afirmaba Marko unas semanas antes («Hay cosas más importantes que ser rápidos a una vuelta»), no había resultado una buena idea así que había que pasar al plan «B» y cambiar el rumbo de las cosas, porque el RB9, no partiendo en cabeza, estaba totalmente vendido a tenor de los resultados...

La continuación de la historia la conocéis de sobra. Para Bahrein, el asedio a Pirelli ya estaba fructificando y el resto... El resto forma parte de esas cosas sobre las que los periodistas de pelo en pecho piden ahora credenciales, lo que no impide que certifiquemos que el F138 iba entonces mal a una vuelta, como me recordaba esta mañana Rafa, porque ir mal en calificación era en aquel momento sinónimo de poder sacar tajada en el Gran Premio, como demostraba una y otra vez Kimi o como afirmaba antes de Malasia el propio Marko, y con el cambio de gomas, lógicamente, la máquina italiana fue irremediablemente a peor a partir del Gran Premio de España porque la pole volvía a tasarse al alza, verbigracia de Pirelli y sus cosas.

Os leo.