Il nome della rossa

Si convertir Spa en un fangal tedioso tenía su mérito y se lo arrogué a la FIA, con DRS, neumáticos espectaculares y adornos variopintos, hacer de Monza el segundo truño soporífero y consecutivo que nos hemos metido entre pecho y espalda, sólo puede ser considerado una felonía que cae por su propio peso sobre el costal de esa institución que se dice regente de todo esto.

Soñaba con una victoria de Fernando pero la magia de Red Bull ha sido más poderosa que la de Ferrari en Italia y hemos minimizado daños aunque encajando otros siete puntos. Aquí se han acabado las buenas noticias. Las malas son que nos quedan por delante disputar siete finales y que dependemos de mi Felipe, con lo que iros olvidando de que no lo renueven en Maranello, y asimilad de paso que cuando Stefano Domenicali decía hace poco que contaba con el brasileño para 2014, lejos de ser un imbécil, se postulaba como el más sabio de los hombres sobre la tierra.

Dicho lo cual, podemos darnos con un canto en las narices. La de Maranello ha estado hoy muy cerca de la de Milton Keynes, tanto que ha habido un momento en que el podio apuntaba al rubio oxigenado siendo custodiado por los chicos que militan en la escudería del que vendió el verano por un plato de lentejas, el mismo que recordó a nuestro asturiano que tocaba ser humildes pero al que apenas hemos visto hoy, en la nueva derrota, con los suyos [Cómo hemos cambiado].

Sea como fuere, por estas y por otras cosas, sigo siendo optimista, aunque a diferencia de otras veces no puedo recurrir a Von Newman ni a Nash para justificar mi esperanza, ya que de aquí a que termine todo vamos a asistir a un duelo entre Alonso y Vettel, a un mano a mano entre Ferrari y Red Bull, pues Mercedes AMG sigue pagando lo que debe, McLaren continúa sin responder y Lotus, equipo que ha visto bien remunerados sus esfuerzos por cerrar la boca (Emaar Properties), ha comenzado a diluirse sin levantar polvareda alguna.

Y soy optimista, repito, porque Pirelli va a hacer de séptimo de caballería cuando ya no hace ni falta; porque el primer interesado en que 2014 suponga un duelo entre dos tricampeones es Bernie Ecclestone; porque hasta que matemáticamente no haya nada que hacer, hasta la punta del rabo todo seguirá siendo toro; pero fundamentalmente, porque el tipo al que han jaelado hoy los tifosi presentes en Monza se va a dejar lo que no tiene por conseguir el título que los mamomeos y las políticas del paddock le han escatimado estos últimos años.

Singapur. La proxima parada es Singapur... Olvidaros de todo lo demás.

«Stat rossa pristina nomine, nomina nuda tenemus.» Os leo.