A pesar de que en apariencia resultaba absolutamente absurdo que la
FIA hubiese iniciado una investigación sobre Ferrari a cuenta de las
pruebas realizadas en abril con Pirelli, utilizando para ello un F150th Italia
de 2011, la cosa tiene su miga porque a pesar de que en los circuitos
la egregia institución no da una a derechas, en los despachos se mueve
como pez en el agua.
Alta política, que dirían algunos, en todo caso, la aparente sandez
de meter a la de Maranello en el mismo saco que la de Brackley, bien
mirado podría resultar una maniobra encaminada a colocar a Mercedes AMG
ante el cadalso de cartón piedra sin que nadie pueda cuestionar nada.
Ferrari había cumplido el reglamento. El vehículo utilizado en los test es de hace dos años, con lo que La Scuderia estaba actuando conforme a norma. Valorar las circunstancias
que rodearon las pruebas de abril pasado es por tanto una soplapollez
como la copa de un pino, porque sin tanto bombo y platillo, cualquiera
con dos dedos de frente habría decidido sobreseer el asunto sin gastar
ni lápiz ni goma de borrar. Otra cosa es lo de Mercedes AMG, porque el
monoplaza usado ha sido el W04 de 2013, de manera que cualquier tonto
puede entender inmediatamente que los 1.000 kilómetros de pruebas
realizados, han tenido que servir de algo aplicable a esta temporada, por narices.
Blanco y en botella. Pruebas gomas y rezas tres padrenuestros
mientras quitas y pones cachivaches y valoras su comportamiento en lo
que viene a suponer tres carreras completas, y te llenas de datos, y los
cotejan desde el primer ingeniero hasta el último becario, et voilà!, triunfas en Mónaco contra todo pronóstico…
Así las cosas, la FIA, en vez de concretar su furia contra la de Ross Brawn, la única supuestamente culpable en
todo este milagro además de Pirelli (cómplice necesario, que dicen), ha
recurrido a buscarse una excusa para que su modelo de justicia resulte
ecuánime y no levante sospechas, y quién mejor que la italiana para
servir de comparsa en una mascarada que nos ha tenido casi dos semanas
en vilo (disculpadme, es una licencia), mientras el problema gordo, el
de la proveedora única de compuestos, desaparecía a hurtadillas tras el
telón de fondo.
Lógicamente, la más alta institución de la máxima expresión del
deporte del automóvil, ha expresado con nocturnidad y alevosía que no
había nada que valorar en el caso de Ferrari, y que por tanto,
correspondía archivar el asunto, mientras que estima que hay base
suficiente como para que el Tribunal Internacional (de la FIA) juzgue a
Mercedes AMG porque «de la investigación se deduce que las condiciones de esta prueba podrían constituir una infracción del reglamento de la FIA.»
De Pirelli no se dice nada, y el caso es que la milanesa debía saber
cuando preparó las pruebas con Mercedes AMG, que el W04 no era el coche
adecuado para realizarlas, aunque era consciente de que los datos que
iba a sacar serían pata negra, y no como los que extrae del Renault que conduce Jaime o del F150th Italia que se utilizó en abril…
En fin. Me temo que tenemos opereta para entretenernos en verano,
incluso con actores que de momento se están maquillando para salir
guapos a escena… ¡Señoritas, al salón!
Esto es lo de siempre, la teoría de la conspiración de Bernie. Al final del verano va a necesitar solo dos actores para disputar el final, nunca tres que se desvirtúa.
ResponderEliminarEl año pasado remontó Vet y si no ocurre una autentica tragedia, Alo remontará este año. Ahí no caben ni Ham ni Ros, a este duo de campeones los quieren para el año que viene.
Abrazotes
Miguel