Tras el cambio que Pirelli sometió en Barcelona a sus compuestos más duros —«Después
de evaluar el rendimiento del neumático en las cuatro primeras carreras
hemos tomado la decisión consultando a los equipos de cambiar el
neumático duro del GP de España hacia delante, tal y como hicimos hace
dos años también en Barcelona, donde introdujimos un nuevo neumático
duro para el resto de la temporada.»—, Lotus debería haber
desaparecido del mapa si no fuera porque una gélida escarcha se empecina
en llevar el volante de uno de sus vehículos.
Escuchar How fortunate the man with none, el poema de
Bertolt Brecht rasgado en la voz de Brendan Perry, mientras pienso una
vez en más en Kimi, me lleva a recalar de nuevo en esas cosas que
hacemos más allá de nuestras responsabilidades, cuando el sentido común
nos recomienda dar descanso al cuerpo y la mente, cuando nos susurra al
oído ¡basta, amigo, basta! y sin embargo, preferimos hacer
oídos sordos a sus sabias palabras, para desplegar nuestras plumas
negras y atrevernos a acariciar con sus puntas la frialdad de los riscos
que nos amenazan desde la más profunda oscuridad para castigarnos por
ser libres.
Nos dijeron que habíamos vivido por
encima de nuestras posibilidades y sobrevivimos la sentencia por encima
de ellas, como Kimi, un quicio del que no consigo alejarme esta
temporada.
Me contaron de él lo mismo que a vosotros, pero las piezas hace
tiempo que no me encajan. Nos dijeron que volvía por dinero pero no hay
cantidad que pague lo que está haciendo a sus 33 años. Han sentenciado a
muerte a su escudería y sigue peleando sobre el asfalto hasta que no
quede pólvora ni cartuchos en unas venas que nos vendieron como secas o
muertas. ¿Dónde se aloja el ser indolente y perezoso. Dónde el bon vivant que se disfraza de gorila o se emborracha para solapar una cara que no dice nada o siempre dice lo mismo…?
Raikkonen estaba y está donde ha estado siempre, me temo, oculto tras
una máscara que de momento utiliza para seguir escurriendo un bulto que aflora en cada carrera. Un cliché que sirve a los que le miran pero que no lo retrata.
Él ha dicho que se divierte y yo le creo, ya que sólo divirtiéndose
se puede ser dueño de uno mismo, de manera que le arrogo un sentido del
humor que jamás entenderemos. Su sinceridad duele. Afuera, en el paddock,
en las salas de fiesta o en los yates, y también sobre la pista, donde
los lugares comunes se quiebran en cuanto los rozas con la yema de un
dedo. Y es que Kimi es ante todo honesto con quien tiene que serlo,
consigo mismo, y es ahí donde no le pillamos ni jamás le pillaremos.
Tal vez esté viviendo como nosotros, por encima de sus posibilidades
en esa lucha que mantiene ahora con las Pirelli de Hembery el
pretencioso, pero lo está haciendo extrayendo hasta la última gota de
una vida que ha elegido, la de piloto, en la que se entretiene más allá
de lo que dicta el sentido común cuando le susurra al oído ¡basta, Kimi, basta!,
y ahí pienso que radica su enorme grandeza, en que continúa siendo un
niño finlandés con piel de adulto vikingo, que firma cada curva o cada
recta con la sangre dorada de los querubines.
¿No le entendemos? Sinceramente, ¿importa?
Me encanta esa foto, simplemente fantástica.
ResponderEliminarKing Crimson
¡Buscad la belleza...!
ResponderEliminar¡Benditos los oídos!
http://www.youtube.com/watch?v=41S2bTK2dIQ
Sobre Kimi hablamos otro día. ;)
¡Saludos!
Pues Lotus empieza a estar hasta los eggs. Si antes no se cortaba con decir que no habia que cambiar la estructura ahora no se muerde la lengua cuando cambian la gama de circuito en circuito.
ResponderEliminarhttp://www.caranddriverthef1.com/formula1/noticias/2013/06/16/75869-lotus-critica-el-conservadurismo-pirelli
¿Y Ferrari? ¿No tendrían ellos también que poner el grito en el cielo ante este endurecimiento descarado de las ruedas?
ResponderEliminarEstoy hasta el gorro de lo polit... correc... Si Red Bull se ha quejado hasta la saciedad para que endurecieran las gomas, ahora es el momento de que otros lloren como bebés para que se les oiga.
Un saludo!