Ha terminado la tercera y última tanda de entrenamientos de
pretemporada, y reconozco que me he quedado bastante huérfano en cuanto a
lo que esperaba de Newey y no se ha visto por ningún lado en ese paso a
limpio del RB8 que supone el RB9.
Objetivamente hablando, el coche austriaco parece ir todo lo bien que
se podía esperar de una plataforma que el año pasado venció en el
mundial de marcas y pilotos, lo que no es moco de pavo. Ahora bien, el
escenario de continuidad propuesto por Milton Keynes se antoja bastante
rácano si echamos la vista atrás y vemos al RB8 pasándolas canutas de
Abu Dhabi a Brasil, fase final del campeonato en el cual, la de Horner
se limitó a minimizar daños, a jugar a la defensiva, hasta el punto de
que Alonso recuperó 10 puntos de una tacada en la última carrera, para
terminar segundo en el mundial a tan sólo 3 puntos de Vettel.
Después de Suzuka, momento en que
Fernando se deja lo que no está escrito en su toque tontorrón con Kimi y
pierde la cabeza de la clasificación, con cinco carreras por delante,
Red Bull suma a partir del G.P. de Japón 136 puntos (91 a cargo de
Sebastian, y 45 por cuenta de Mark), mientras que Ferrari se calza uno
más en el mismo intervalo de tiempo, concretamente 137 (84 a lomos de
Fernando, y 53 en los de Felipe).
Con estos números en la mano (5 carreras son 1/4 exacto de 20
pruebas, un 25% del calendario, algo en todo caso nada desdeñable), la
lectura correcta del último tramo de la temporada 2012, a mi humilde
modo de ver, apunta a que la de Maranello venía arreando mientras las de
Milton Keynes sufría lo suyo, lo que me lleva a afirmar que si habría
que mirar hacia algún lugar para entender correctamente este comienzo de
temporada 2013 —consecuencia de 2012 en todos los sentidos, tanto
técnicos como deportivos, etcétera—, ése es Ferrari y no Red Bull, por
mucho que las sensaciones nos insinúen lo contrario.
En este orden de cosas, la rossa ha mejorado ostensiblemente
con respecto al año pasado, y aunque en apariencia también lo ha hecho
la ahora violeta (lila suena demasiado feo por mucho Infiniti
que represente), el saldo en el mejor de los casos, nos presenta un
teatro de operaciones demasiado similar al de Interlagos, lo que sin
lugar a dudas no tiene que tener muy satisfechos a los austriacos por
muchas buenas vibraciones que digan que sienten, ya que el retoque que
supone el RB9 sobre el RB8 no deja de ser lo que decía al comienzo: una
pasada a limpio de unas líneas maestras que demostraron su flaqueza
estructural cuando menos falta hacía, pues en apariencia, el campeonato
2012 estaba bien encarado para los de la bebida energética desde Suzuka,
y lo cierto es que estuvieron a nada de perder el de conductores (3
puntos).
De aquí mi chasco con Adrian. Esperaba más del mago británico, lo
confieso. El RB9, emulando las palabras de Newey hace no tantos años,
resulta demasiado conservador (perdonadme la gracieta), hasta el punto
de que a día de hoy lleva un bonito tiro en las alas gracias a que la
FIA ha dicho que nones al mapeado del motor by Renault, y las
Pirelli para el comienzo de sesión no son precisamente de las que le
gustan a Marko (¡ya dirá algo el alemán, ya; que quien no llora no
mama!), lo que la sitúa a la de Milton Keynes en directa confrontación
no con su antagonista tradicional, sino con dos fábulas como el MP4/28
de McLaren y el E21 de Lotus, enigma uno y firme promesa otro, que
pueden hacer de Red Bull un puñado de astillas, cuadro al que habría que
sumar a un Lewis Hamilton que ha demostrado hoy mismo, que el W04 podrá
ir fatal en carrera, pero aspira a hacer de la calificación su
territorio natural, lo que con el británico al volante, suena a severa
amenaza porque Vettel y Webber, sin la pole, se deslucen bastante.
No me extiendo. Es pronto para hacer quinielas, lo sé, pero toca ir
haciéndolas porque de otra forma no se llamaría quiniela a la
exploración en el tiempo. Veo a Ferrari firme y desenvuelta; a McLaren
bien articulada aunque remisa a aflorar sus muchas bendiciones; a Lotus
como clara candidata a complicar la vida a quien se le ponga por
delante; y a Red Bull insuficiente como campeona del mundo, por primera
vez en tierra de nadie.
El tono más bien morado que lila, en honor a lo que llevan haciendo las últimas temporadas: Ponerse morados a victorias y títulos. Sobre el asunto Mercedes, a mí me suena a "sr@s del consejo de administración, vaya bichejo que llevamos este año. Aquest any, si". Porque ¿y si los de Sky llevan razón con lo del DRS abierto a tutiplen en su mejor vuelta al Circuit?. Y Lotus ¿mapa de motor también o que les ha salido la cosa fetén?. ¡Qué poco falta, rediós, para ir aclarando dudas!. Un saludín
ResponderEliminarSiento ser mal agorero pero espero sorpresas desagradables en el nuevo campeonato. Supongo que aún se mantienen los recuerdos de hace unos meses.
ResponderEliminarKing Crimson