Me ha hecho gracia leer recientemente a Ross Brawn afirmar que esperan obtener mejores resultados en las pruebas de túnel de viento con modelos al 60% de tamaño, en vez de al 50.
En cuestión escalas, cuanto mayor sea la aproximación al idílico 1:1 (tamaño real), más certeza arrojarán los datos, por tanto, lo de Brawn, siendo de perogrullo, no me hacía gracia por ello, sino porque inmediatamente he pensado en el error que ha podido suponer para Mercedes AMG, contar con un piloto como Michael Schumacher en el desarrollo de su reciente proyecto, toda vez que el alemán siempre ha destacado por tener una proporción de 3 a 1, fundamentalmente en ego, y si no habrá sido precisamente esta variable la que ha originado el extraño derrotero con el cual nos ha hecho disfrutar la de la estrella de tres puntas, desde que desembarcó en la F1 como MacArthur en Corregidor, en 2010.
Suelo preguntarme sobre qué habría sido de todo esto si en vez de apostar por el Kaiser, el Brawn victorioso de finales de 2009, lo hubiese hecho sobre un conjunto cuyas cabezas visibles en pista se llamaran Nico Rosberg y Nico Hulkenberg, por ejemplo.
Ingenuamente tal vez, sospecho que el hijo de Keke habría podido consolidarse sin tanta sombra como ha tenido que comerse, y el fenómeno de Emmerich am Rhein, se habría fogueado entre amigos en una escudería en apariencia potente, en vez de hacerlo en otra que iba en caída libre por aquel entonces, como Williams. En todo caso pienso, que a día de hoy Mercedes sería otra bien distinta de ésta que ha dejado a su paso el de Kerpen.
Volviendo a lo de las proporciones, cabe decir que los grupos humanos también funcionan como modelos a escala, con capacidad contrastada para amplificar virtudes y defectos. En este sentido, haber incluido a Schumacher en la ecuación, me parece, como a muchos de vosotros, un evidente error de bulto, mayúsculo, porque aunque no hubiese movido un dedo, su fuerte personalidad habría desequilibrado cualquier balanza.
Para colmo, Michael venía reventón de su retiro. Su salida de Ferrari parecía una banderilla de fuego prendida del lomo, y es lógico pensar que aterrizó en Mercedes intentando replicar el formato que le dio tantos éxitos en Maranello, para repetirlos, por supuesto. Una cosa lleva a la otra y veo al alemán buscando ser el centro sin que hubiese cerca un Todt que equilibrara las fuerzas de todos, incluso las suyas, aglutinando el esfuerzo y enfocándolo hacia el objetivo común de convertir a Michael en el más joven octavo campeón de la historia de la F1, y a su edad, no lo olvidemos.
Norbert Haug nunca ha servido para llevar riendas como hay que llevarlas, y no nos engañemos, Ross, después de lo visto, tampoco. De manera que oteo a Schumacher en ese escenario al estilo de Tetsuo en las últimas páginas de Akira, hecho una furia endemoniada, destruyéndolo todo con su sola presencia cuando en el fondo nunca habría quería hacerlo, convertido en víctima de sí mismo...
Y total porque nadie calibró a tiempo que la diferencia entre un 50 y un 60%, es la misma que la que hay entre un 100 y un 110%, y que ambas arrojan más errores que datos fiables.
Os leo.
http://www.elperiodico.com/es/noticias/economia/fmi-reconoce-que-subestimo-efecto-austeridad-sobre-desempleo-2287240
ResponderEliminar"El FMI reconoce que subestimó el efecto de la austeridad sobre el desempleo. Olivier Blanchard, economista jefe del Fondo, calculó un coste de medio euro por cada euro recortado cuando ha acabado siendo de 1,5"
¿Es un error de solo un eurito o de un ¡300 %!?
¿Pero como gente tan lista y que sabe tanto, elegidos entre los mejores del mundo, puede cometer un error de semejante calado y quedarse tan fresca? ¿Como no les tembló minimamente el pulso cundo tantas veces les decían que se estaban equivocando y que las consecuencias podían ser fatales? ¿Y si no fue un error?
¡Saludos al anfitrión y a los invitados!