¿La pela es la pela?

Poderoso caballero es don Dinero y rico en verdades nuestro refranero…

McLaren se postula o repostula mejor dicho, como el tercer contendiente con aspiraciones a plaza dotada de sabroso premio a final de sesión. La pérdida de la segunda posición a manos de Ferrari supone un quintal de pasta menos en el bolsillo y esto es un negocio, recordemos, así que aquí que en Woking han olvidado de momento sus problemas internos, que Jenson no sigue a Lewis en Twitter, que Lewis se marcha a Mercedes, que Sergio no da ni una en Sauber desde que firmó el contrato para suplir a Hamilton, etcétera.

Cosas que entretienen lo suyo, en definitiva, como que este año, de nuevo —y ya van a ser trece consecutivos—, la segunda escudería de la parrilla por honores y coronas va a seguir siendo la sombra del equipo que se lleve el título de constructores (Red Bull si nadie lo remedia), y que han sido desterradas o aparcadas de momento, como prefieran ustedes, porque como decía más arriba, en la F1 la pela es la pela y las alubias son lo primero.

En este orden de cosas, en India podíamos ver una McLaren renovada que sufría con los neumáticos blandos (duros según la nueva gramática al uso), pero que mostraba todo su potencial con el tipo de gomas que sin llegar a ser experimentadas en Silverstone, han comenzado a abrirse paso en la parrilla desde Hungría, casi de puntillas podríamos decir. Así, Hamilton terminaba cuarto en Buddh y Button lo hacía en quinto lugar.

Nos queda saber si Felipe hubiera podido arañar algo en tan idílico escenario. Descubrir que vas con combustible para un mechero es lo que tiene, que te obligas a conformarte con salvar el tipo llevando el coche hasta la meta midiendo no meter demasiado a fondo la zapatilla que pisa el acelerador. Eso y cuidar en extremo cómo tomas las curvas.

Sea como fuere, Jenson y Lewis, o Lewis y Jenson, ofrecieron la mejor cara de un escudería que no pasa por sus mejores momentos, pero que aun así y todo prometió guerra y al menos desde India la está dando. En este sentido, quedan tres carreras y McLaren se va a convertir en protagonista en ellas aunque no quiera.

En lo que a mí me toca, sería del todo deseable que ganaran esa segunda plaza en la tabla de marcas, aunque a cambio pediría que devolvieran a Ferrari el favor limándole algunos puntos a Vettel.

¿Es posible? ¿Y por qué no? La de Woking es como el Ave Phoenix, que cuando menos lo esperas hace realidad la fábula y renace de sus cenizas, y más si al final del túnel no hay luz sino dólares en billetes de curso legal, pero usados, pequeños y sin numerar. Sí, me ratifico, ¿por qué no iban los británicos a dar el do de pecho cuando todo parece perdido para ellos? La reputación también cuenta y en eso McLaren siempre ha sido muy cuidadosa. Hoy por hoy, Milton Keynes no es el enemigo, el enemigo está en Maranello, donde tiene su residencia, y donde apuntan los misiles que oculta el castillo que le hizo Foster a Dennis para que fuera hollado por los zapatos de la queen más queen de todas, esa misma a la que ni las agencias de contactos osan profanar, ya me entienden.

Y si quieren que les sea sincero, sospecho que evitar por todos los medios que los italianos les mojen la oreja sirve de acicate mayúsculo en todo este asunto, y es que ya se sabe, incluso en los negocios hay lugar para que el corazón palpite fogoso y la sangre hierva en las venas.

En fin, os leo.

[Publicado en Diariomotor]