En nada nos acercaremos a una de las etapas más bellas del calendario, a esa pareja de danzarines rostro capaz de clavarnos al sillón o a la grada así estemos asistiendo al mayor peñazo de temporada.
Spa y Monza deberían ser declaradas especies protegidas, disponer de matrícula de honor para evitar tener que pagarle la cuota a Bernie, porque sintetizan los poco de espectáculo que va quedando en ésto y porque son circuitos puros que mantienen casi intacta su esencia y la de toda la F1, a pesar de las manos que los han retocado para actualizarlos al devenir de los tiempos, como si hiciera falta y no fuese más sencillo aceptar que para hollar su asfalto habría que quitarse los zapatos y los calcetines primero, dejar las cosas como quedaron no hace tanto, vamos…
Spa y Monza deberían ser declaradas especies protegidas, disponer de matrícula de honor para evitar tener que pagarle la cuota a Bernie, porque sintetizan los poco de espectáculo que va quedando en ésto y porque son circuitos puros que mantienen casi intacta su esencia y la de toda la F1, a pesar de las manos que los han retocado para actualizarlos al devenir de los tiempos, como si hiciera falta y no fuese más sencillo aceptar que para hollar su asfalto habría que quitarse los zapatos y los calcetines primero, dejar las cosas como quedaron no hace tanto, vamos…
Spa es un trazado exigente para las almas
que alientan tanto titanio y fibra de carbono, y Monza, también, aunque
nos vendan que en sus entrañas prima la aerodinámica, porque el circuito
italiano es el más rápido de todos cuantos hay en la actualidad, y los
pilotos que circulan por él lo sobrevuelan a ras de suelo como si fuesen
cazas de combate.
En fin, se me acaba el solaz y hay algo dentro de mí que me dice que deje mi plaza vacante el lunes próximo, no sea que me acostumbre de nuevo al dale que dale a la correa de transmisión que hace que casi todos los años parezcan el mismo en septiembre, y tal vez por ello me gustan más si cabe esas dos citas a ciegas que tendrá que aprovechar como sea el tipo que mira serio en la imagen de arriba, Jenson, a quien el mundial se le escapa como agua salada y arena de playa entre los dedos, como el sol se acuesta rojo sobre el horizonte.
En fin, se me acaba el solaz y hay algo dentro de mí que me dice que deje mi plaza vacante el lunes próximo, no sea que me acostumbre de nuevo al dale que dale a la correa de transmisión que hace que casi todos los años parezcan el mismo en septiembre, y tal vez por ello me gustan más si cabe esas dos citas a ciegas que tendrá que aprovechar como sea el tipo que mira serio en la imagen de arriba, Jenson, a quien el mundial se le escapa como agua salada y arena de playa entre los dedos, como el sol se acuesta rojo sobre el horizonte.
Lo tiene crudo Button. Vuelve al cole sin haber tenido tiempo de
hacer los deberes, con la cartera llena de suspensos pero con la
esperanza de poder coger el tren que se le ha ido escapando poco a poco y
que a punto estuvo de acariciar con los dedos en Hockenheim para tener
que aceptar que se alejaba de nuevo en Hungaroring. Pinta mal para el
británico rubiales, pero Spa y Monza pueden ser el milagro que necesita a
poco que el MP4/27 responda a las expectativas que generó a comienzos
de temporada, cuestión que McLaren parece haberse tomado con extremo
celo. Aunque quede por ahí la asignatura pendiente de si el novio de
Michibata será capaz de evitar la cruz de esa moneda que tantas veces le
ha dado la espalda en 2012, el de Frome es perro viejo y ha lidiado en
plazas peores, y además conoce los circuitos belga e italiano como la
palma de su mano.
Lewis no está tan lejos. Ya se sabe que el principal enemigo de un
piloto, amén de él mismo, es el otro, el que comparte colores y cacharro
en el mismo equipo, de manera que quedando por delante de Hamilton en
Bélgica e Italia, Jenson podría ver más luz a final del túnel que la que
ve ahora mismo. Seguiría estando detrás del de Stevenage, o delante si
la fortuna mira a éste de reojo para compensar lo sucedido en la mitad
de sesión que hemos dejado atrás hace un puñado de semanas, y todavía
quedarían siete carreras para seguir intentándolo, siete, las mismas que
había desde Melburne a Montreal, para que nos entendamos. Un universo
en todo caso, en el que si Button sabe jugar sus escasas cartas todo
sigue siendo posible, porque la lucha fratricida podría permitir que se
fueran limando una a una las asperezas que separan a los chicos de
Woking de sus inmediatos rivales.
Total, es cuestión de ver el patio del colegio a comienzos de
septiembre con algo de optimismo y con una pizca de frialdad y flema
británicas. ¿Por qué no? ¡Podría ser!
Pues no lo sé josé, además de estar ya muy lejos, sería un error del equipo. El problema se llama Fernando Alonso y tiene 40 puntos de ventaja, McLaren debería aspirar al campeonato de constructores y a que Lewis pueda luchar por el de pilotos, y eso solo lo conseguirá si Jenson asume que se le ha pasado la oportunidad y está dispuesto a sudar un poco en favor del equipo y su compañero, por otro lado que Jenson peleé por ganar en igualdad de condiciones con Lewis es lo mejor que le podría pasar a Fernando. Lo mismo para RB y Lotus, las únicas chances que tienen para derrotar a Fernando es que se jueguen a uno de sus pilotos, y el segundo acepte hacer de escudero. A quien veo mejor aquí para esta segunda parte es a Lotus, ya que Romain no perdería nada en este año siendo el comparsa de Kimi. Si no pasa esto, el campeonato será para Alonso, quien por otra parte, por lo menos hasta ahora ha hecho bastante para merecerlo.
ResponderEliminarSaludos